Taipéi. La presidenta de Taiwán, Tsai Ing Wen, confirmó ayer la presencia de un número reducido de tropas estadunidenses para prestar apoyo en los entrenamientos de la defensa nacional y dijo tener fe en que el ejército intervendrá en caso de un ataque o intervención de China.
Dese Pekín, Wang Wenbin, vocero de la cancillería china, replicó: “nos oponemos con firmeza a cualquier forma de intercambios oficiales y contactos militares entre Estados Unidos y Taiwán”, y reiteró que “el principio de una sola China es la base de las relaciones con Estados Unidos”.
En entrevista con la cadena estadunidense CNN Tsai describió a la isla como un “faro de la democracia” en la región, en la que “todos los días 23 millones de personas se esfuerzan por protegerse” de su gigante vecino, cuya amenaza crece cada día. Cuestionada sobre cuántas tropas estadunidenses había, comentó que “no tanta como la gente piensa” y añadió: “tenemos una amplia cooperación con Estados Unidos para aumentar nuestra capacidad de defensa”.
A principios de mes, una fuente del Pentágono confirmó por primera vez la presencia de tropas estadunidenses en Taiwán, que Pekín considera parte integral de su territorio. Ningún líder taiwanés había admitido tal presencia desde que la última guarnición estadunidense abandonó la isla en 1979, tras el reconocimiento diplomático del régimen comunista por parte de China.
El presidente estadunidense, Joe Biden, sostuvo el miércoles durante la cumbre de líderes de 18 países del Asia-Pacífico, celebrada en Malasia con participación presencial y virtual, que se mantendrá junto a sus aliados del sureste asiático en la defensa de la libertad de los mares, la democracia y los derechos humanos, y respaldó los esfuerzos para que la junta de Myanmar rinda cuentas por sus compromisos con la paz.
El sureste asiático se ha convertido en un campo de batalla estratégico entre Estados Unidos y China, que controla la mayor parte del mar de la China Meridional y ha aumentado la presión militar y política sobre Taiwán, que considera parte de su territorio.
En ese foro, Biden también mencionó que Estados Unidos estaba profundamente preocupado por “las acciones coercitivas y proactivas de China” en el estrecho de Taiwán, vía fluvial que une la isla con el continente.
El premier chino, Li Keqiang, manifestó en la cumbre que mantener la paz, la estabilidad, la libertad de navegación y de sobrevuelo en el Mar de China Meridional redundaba en el interés de todos porque “es nuestro hogar común”.