Londres. El fundador de Wikileaks, Julian Assange, podría suicidarse si es extraditado a Estados Unidos, pese a las garantías de la justicia de ese país de que no permanecerá aislado en una prisión de alta seguridad, insistió ayer su abogado.
En el segundo de los dos días de audiencia de apelación ante el alto tribunal de Londres, el equipo legal de Assange pidió a la corte que se mantenga la decisión previa de la jueza que rechazó la demanda de extradición con base en el riesgo de que Assange se quite la vida si es encarcelado en Estados Unidos.
Washington reclama al australiano de 50 años por cargos de espionaje y una filtración masiva de documentos clasificados, por los que puede ser condenado a 175 años de cárcel.
El abogado que representa al gobierno estadunidense, James Lewis, aseguró antier que Assange, si fuera extraditado, no será sometido a medidas especiales ni estará detenido en el temido centro penitenciario de alta seguridad ADX Florence, en Colorado.
En esta audiencia, Estados Unidos recurre la decisión de enero de la jueza Vanessa Baraitser de bloquear la extradición alegando el riesgo de deterioro mental y de suicidio de Assange.
“Esas conclusiones surgen de la naturaleza de los desórdenes mentales de Assange, y sus temores a la extradición debido a la excepcional naturaleza de su caso”, señaló su abogado Edward Fitzgerald ante los dos jueces que analizan el recurso.
Esta apelación es uno de los últimos recursos de Washington, en caso de que fracase ya sólo podría acudir al Tribunal Supremo británico.
Assange no se presentó a la audiencia de ayer, tras haberla seguido antier por videoconferencia desde la cárcel de alta seguridad de Belmarsh, en el sudeste de Londres, donde está encerrado desde 2019.
El fundador de Wikileaks fue detenido por la policía británica en abril de 2019, tras haber pasado siete años recluido en la embajada de Ecuador en Londres, donde se refugió cuando estaba en libertad bajo fianza.