Chihuahua, Chih., La Secretaría de la Función Pública del estado investiga a los ex titulares de Comunicaciones y Obras Públicas (SCOP), Gustavo Elizondo Aguilar, y de Desarrollo Urbano y Ecología (Sedue), Luis Felipe Siqueiros Falomir, por omisiones a la Ley Estatal de Obras en la construcción de un troncal del Metrobús en Ciudad Juárez, a un costo de mil 6 millones de pesos en su primera etapa, sin proyecto ejecutivo, sin manuales de mantenimiento ni permisos, con mala calidad en los materiales utilizados y contratos irregulares.
Así lo dio a conocer este jueves el nuevo titular de la SCOP, Carlos Aguilar García, designado por la gobernadora panista María Eugenia Campos Galván. En rueda de prensa, él y otros funcionarios presentaron las observaciones detectadas en la construcción del Sistema Integrado de Transporte Bravobús (BRT II), que el entonces gobernador panista Javier Corral Jurado anunció como parte de su plan de inversión 2019-2021, pero la obra quedó inconclusa al terminar su mandato.
El BRT II abarca 19.5 kilómetros, se inicia en el Aeropuerto Internacional Abraham González, cruza el centro histórico de Ciudad Juárez y termina en la calle Helio; tiene 34 estaciones y tres terminales alimentadoras. En el proyecto se comprometieron recursos que aportaron los tres niveles de gobierno y el Fideicomiso de Puentes Fronterizos.
Carlos Aguilar informó de 30 observaciones a la obra, como resultado del proceso de entrega y recepción de la administración estatal. La más grave es que funcionarios de la Sedue, encabezados entonces por Siqueiros Falomir, asumieron funciones que corresponden a Comunicaciones y Obras Públicas y adjudicaron seis contratos de forma ilegal por alrededor de 10 millones de pesos.
Como resultado, los techos y las plataformas de las estaciones tienen alturas distintas, hay rampas de acceso y losas de concreto de mala calidad, con fisuras o que obstruyen las conexiones para el sistema de cobro y deberán ser demolidas. “Estas adecuaciones hicieron que la construcción demore, generando sobrecostos y pérdida de calidad en los trabajos, porque son remiendos y remozamientos”.
La obra debió concluir en septiembre pasado, pero hay tramos con avance de apenas nueve por ciento y la instalación de semáforos y señales tiene un avance de 20 por ciento.
“La propuesta de diseño de la infraestructura de los paraderos no toma en cuenta el clima de la ciudad; se usaron acero, vidrio y laminados de calibre muy bajo. El proyecto fue de mil millones de pesos y estos materiales pueden dañarse hasta por el viento”, detalló.