Ciudad de México. Aprobada por ambas cámaras del Congreso, el próximo año arrancará la apuesta más importante de la administración actual para elevar las contribuciones públicas: el Régimen Simplificado de Confianza (RSF), que terminó por imponerse a una reforma fiscal esperada para mitad de sexenio.
El gobierno federal prevé que los ingresos por impuesto sobre la renta (ISR) aumenten 8.6 por ciento el próximo año, lo cual equivale a 164 mil 680 millones de pesos más que lo previsto para 2021, exhiben documentos del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Una parte de este incremento se carga en el Régimen Simplificado de Confianza, el cual –de acuerdo con los estimados más conservadores del organismo– podría elevar las contribuciones de ISR en 36.9 por ciento para 2025, lo cual no contempla la pérdida de poder adquisitivo del peso.
El aumento en la recaudación no viene de mayores tasas al ISR, en realidad con el Régimen Simplificado de Confianza se apela a que–en un país donde más de la mitad de la población se emplea en la informalidad– crezca hasta 30 por ciento el número de contribuyentes, según lo declarado por Raquel Buenrostro, jefa del SAT.
Distinto al Régimen de Incorporación Fiscal que lanzó la pasada administración y en el que se pagaban tasas de entre 1.9 y 35 por ciento sobre los ingresos, el Régimen Simplificado de Confianza acota la entrega de contribuciones a un rango de 1 a 2.5 por ciento y se aplica de forma escalonada con base en las ganancias.
En el caso de las personas, podrán tributar en este régimen quienes perciban menos de 3.5 millones de pesos en un año. Además de los nuevos contribuyentes, 82 por ciento de los que actualmente están en la base del SAT también se pueden incorporar.
Para las empresas y sociedades –llamadas personas morales en el ámbito fiscal– también se contempla una retención de entre uno y 2.5 por ciento de los ingresos anuales, y de igual forma, entre mayores sean las percepciones mayor será la tasa a pagar.
En este Régimen Simplificado de Confianza podrán tributar las pequeñas y medianas empresas que tengan ingresos por debajo de los 35 millones de pesos anuales. De acuerdo con estimados del SAT, la medida abarca a 96 por ciento de las personas morales ya registradas en Registro Público de Contribuyentes.
Raquel Buenrostro ha explicado que se llegó al rango de uno a 2.5 por ciento, una vez que se revisaron todas las deducciones de las que puede beneficiarse un contribuyente. Sin embargo, las empresas sí podrán seguir deduciendo parte de sus inversiones.
Previamente, en una entrevista con La Jornada, Buenrostro explicó que se está trabajando con el Instituto Mexicano del Seguridad Social (IMSS) para dar incentivos a la formalidad. “Lo que nosotros buscamos con el nuevo régimen son varias cosas. Que sea muy simple, si recibes 100 pesos, pagas uno de contribución”.
Y “lo queremos acompañar con otras facilidades también para amarrar y facilitar otro tipo de servicios del gobierno. Porque si ya estás identificado como contribuyente, puedes tener acceso a otras cosas. Por ejemplo, estamos trabajando con el IMSS para en algún momento simplificar la seguridad social”.
Explicó que se está trabajando para que al darse de alta en el SAT se pueda extender el registro al IMSS. “Prácticamente de manera simultánea esa persona ya tendría acceso a la seguridad social con un poco de impuestos”.