En México, 13 millones de niños menores de 14 años tienen altos niveles de plomo en la sangre debido al uso de cerámica tradicional vidriada que se utiliza para cocinar y servir alimentos, de acuerdo con la asociación Pure Earth.
Daniel Estrada, director de esa organización en México, señaló que esta problemática se detectó en 17.4 por ciento de los niños de uno a cuatro años de edad –es decir, cerca de un millón 400 mil– que sufren de intoxicación con niveles arriba de 5 microgramos de plomo por decilitro, “cuando en realidad hay consecuencias a la salud a partir de dos microgramos”, ya que supera lo establecido en la NOM-199-SSA1-2000, que define los límites máximos de ese metal.
Al presentar la iniciativa Alianza comida sin plomo, señaló que se trata de “un problema de salud pública” que afecta sobre todo a niños en su desarrollo cognitivo y puede causarles daño cerebral permanente.
En la alfarería mexicana, indicó, se usa óxido de plomo, un metal pesado con el que se fabrican cazuelas, ollas, tazas y otros utensilios de barro que tienen un vidriado brillante, en los que se cocina o sirven diversos platillos tradicionales.
En conferencia de prensa, Estrada explicó que cuando se funde a más de mil 200 grados, el barro vidriado no tiene plomo, pero a menor temperatura el cuerpo lo confunde con calcio y afecta a todo el organismo.
Detalló que dicha problemática se presenta con mayor prevalencia en los estados de Puebla, San Luis Potosí, Tlaxcala, estado de México, Oaxaca, Ciudad de México, Tamaulipas, Aguascalientes y Morelos. Hay una alta proporción de niños con niveles altos de plomo en la sangre en el sur del país.