Fijar un tope máximo al nivel de comisiones que cobran las administradoras de fondos para el retiro (Afore) no se reflejará en mejores pensiones para los trabajadores, coincidieron analistas, quienes advirtieron que esta decisión provocará una disminución en la calidad del servicio, menores rendimientos y un mercado más concentrado producto de la posible salida de algunas administradoras.
El martes la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) publicó en el Diario Oficial de la Federación la nueva metodología (basada en el promedio de los sistema de EU, Chile y Colombia) para establecer el nivel máximo que las Afore pueden cobrar anualmente a los trabajadores, quedando en 0.57 por ciento, significativamente inferior al 0.80 por ciento que cobran actualmente.
Abraham Vela Dib, ex presidente de la Consar; Jorge Sánchez Tello, director del programa de investigación aplicada de la Fundación de Estudios Financieros (Fundef), y Moisés Pérez Peñaloza, investigador de los sistemas de pensiones, coincidieron en que el nivel de comisiones debe bajar, pero de forma paulatina, pues fijar un tope de la noche a la mañana afectará la operación y creará incertidumbre entre la iniciativa privada.
El tope a comisiones se planteó desde finales de 2020 cuando se presentó la iniciativa de reforma al sistema de pensiones que finalmente entró en vigor a inicios de 2021.
Desde ese momento la iniciativa privada y las Afore por medio de la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafore) expresaron su malestar al considerar que se trataba de una medida que afectaría la competitividad del sector; además de recordar que había un acuerdo con el gobierno federal para disminuir paulatinamente las comisiones al grado de terminar el sexenio en los niveles internacionales.
No obstante, la medida para topar comisiones siguió adelante, con varias modificaciones a la fórmula, siendo la última el pasado 15 de octubre, ya bajo la administración del nuevo presidente de la Consar, Iván Pliego, sucesor de Vela Dib.
Este último resaltó que las comisiones de las Afore son excesivas debido a la falta de competencia entre ellas, consecuencia de factores como un pequeño número de participantes, captación cautiva ante falta de interés de los cuentahabientes, falta de educación financiera y competencia con gasto comercial y no con mejores rendimientos.
No obstante, apuntó, el tope “atenta contra la seguridad y certidumbre jurídica de los regulados” y muy posiblemente se refleje en una industria más concentrada, menos competitiva e ineficiente, con menos opciones para el trabajador.