Ciudad de México. Tras los cuestionamientos que ha hecho los últimos días por la “derechización” de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo este miércoles que esta casa de estudios debe “reformarse”, a la vez que refrendó que su administración seguirá apoyando a la universidad y respetando su autonomía.
Durante su conferencia de prensa en Palacio Nacional, y cuestionado sobre los procesos sindicales, el mandatario retomó las críticas que ha hecho a este instituto de educación, que, dijo, es una gran universidad que no han podido destruirla.
“Nosotros vamos a ser siempre respetuosos de la autonomía universitaria, vamos a seguir impulsando la educación pública. La UNAM es una gran universidad, no han podido destruirla. Es tan importante por su cuerpo académico, por sus investigadores; aún con los todos cambios que se han dado en los últimos tiempo, en el periodo neoliberal, ahí está la UNAM también por los jóvenes, los que llegan del CCH que traen una muy buena formación en lo social”, lo cual atribuyó al tronco común que prevalece de los anteriores planes de estudio.
No obstante, también fue “tomada, puesta al servicio del régimen y se cooptó a académicos que se convirtieron en ideólogos del neoliberalismo sobre todo en el gobierno de Salinas y ya no se tocaron los grandes problemas nacional en la UNAM”.
Por ello, subrayó: “eso es lo que nosotros planeamos de que tiene que reformarse la universidad porque incluso se salvó porque querían cobrar cuotas, querían privatizar”.
Garantizó que su gobierno seguirá apoyando a la UNAM, pero insistió que “no debe ser un instrumento, un medio, para mediatizar. La educación tiene que ser un factor para la libertad, para el ejercicio de los derechos de los ciudadanos, la toma de consciencia y sobre todo para la fraternidad y solidaridad, para que el que estudia ponga sus conocimiento al servicio de la sociedad”.
Los llamó a hacer propio el lema de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México “Nada humano me es ajeno”, ya que en la UNAM los últimos años parecía que “lo humano les era ajeno, no veían cómo estaban saqueando al país, y no generalizo, pero sí es muy importante el debate”, y “si así está la UNAM, imaginen cómo están otras universidades”.
Además, de cara al próximo proceso de renovación de la dirigencia del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), explicó que las autoridades laborales buscan consensuar un método de elección en el que el trabajador, de manera libre, sin presiones y en secreto, pueda votar por sus representantes, en este caso por el secretario general del sindicato de petróleos mexicanos.
Un posible mecanismo, dijo, es que todos puedan votar desde su teléfono, ya que sería sencillo y permitiría acabar con los fraudes.
“Me habían informado que ya habían aceptado los dirigentes del sindicato petrolero, pero no sé si cambiaron de parecer”, detalló. Afirmó que todos los que reúnan los requisitos podrán ser candidatos, y serán los trabajadores los que decidan luego de un periodo de campañas para que todos los trabajadores conozcan a los aspirantes.
Acotó que “no es llegar al cargo y hacer lo mismo que se le cuestione al charrismo sindical. No es el quítate tú porque sigo yo, y ahora la mochada la quiero recibir yo. No, es que ya no debe haber mochada ni corrupción”.
Los líderes sindicales deben ser representantes auténticos de trabajadores, no líderes charros.
Cuestionó que los dirigentes sindicales eran “riquísimos, multimillonarios”. Además, expuso que se debe acabar con los gremios favoritos de los gobiernos que eran los que les ayudaban a acarrear personas para los mítines y en las votaciones.
“Y eso no sólo los dirigentes, sino hasta, y lo he dicho aquí y ahora que está la política tan buena sobre la UNAM, los rectores, doctor Narro, una gran influencia en la UNAM de años, delegado del PRI en Ecatepec, para lo mismo, y sigue siendo muy influyente”, agregó.
Otro caso es “el que manda en Guadalajara, más de 30 años poniendo y quitando rectores, y con una feria de libro muy importante porque sin límite se utilizaba dinero público para traer a los intelectuales más renombrados del mundo con todos los gastos pagados. Vargas Llosa no falta a una feria del libro, pero habría que ver cuánto le pagan”, apuntó el mandatario.