“Invertir en estadísticas de género tiene un efecto multiplicador y redunda en infraestructuras de datos más sólidas y resilientes. No habrá recuperación transformadora sin estadísticas de género”, aseguró Ana Güezmes, directora de la División de Asuntos de Género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Nadine Gasman, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) precisó que la pandemia puso de manifiesto la urgencia de “contar con estadísticas oportunas y confiables que nos permitan dar respuestas rápidas para proteger el ejercicio de los derechos humanos de las mujeres”.
Al participar en la inauguración del XXII Encuentro internacional de estadísticas de género, reconstruir con estadísticas de género: hacia el logro de la Agenda 2030, dijo que las mujeres han estado en la primera línea de respuesta a la enfermedad (más de 70 por ciento del sector salud son mujeres a escala global) y en la atención a las necesidades de cuidados”.
Asimismo, criticó que mucha información estadística aún se produce desde una “mirada neutra, ciega al género, sin que tengamos la capacidad de diferenciar las necesidades no sólo entre mujeres y hombres, sino entre las distintas mujeres y los distintos hombres”.
Destacó que la región de América Latina y el Caribe es la única que cuenta con estadísticas estratégicas para la igualdad de género.
“Nuestra región cuenta con 17 encuestas de violencia y con 19 instrumentos para la medición del uso de tiempo. Esta información ha sido un insumo fundamental a fin de legislar en materia de violencia y, actualmente, para la definición de políticas nacionales sobre cuidados para nuestros países.”
Habló de la situación provocada por el Covid-19 en la vida de las mujeres. “Me refiero, por ejemplo, a las enormes dificultades para generar información que mida los efectos que ha provocado en la vida cotidiana de las personas, en términos de su salud física y emocional, en las tensiones familiares, en las limitaciones de las viviendas, en la sobrecarga de trabajo, así como en el traslado total del trabajo escolar y de cuidados a los hogares. Y más aún si queremos tener información sobre estos impactos en las mujeres indígenas, afrodescendientes, con discapacidad o de la diversidad sexual”.