El aislamiento en que se ha mantenido a niños y adolescentes durante un año y medio por la pandemia de Covid-19 provocará aumento en el consumo de sustancias lícitas e ilícitas, afirmó Luis Alonso Herrera, director del Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen).
Investigaciones científicas han demostrado el efecto que tiene el medio ambiente en el cerebro; puede cambiar la expresión de los genes asociados con adicciones, apuntó Óscar Próspero García, investigador en el Laboratorio de Cannabinoides de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Ambos especialistas participaron ayer en el 21 Congreso Internacional en Adicciones: Atención a la Salud Mental y Adicciones ante la Nueva Realidad, en el que Próspero García comentó los resultados de varias investigaciones, las cuales han demostrado el impacto que tiene la historia familiar en el desarrollo de los individuos, si fueron víctimas de violencia o abuso.
También influye el desapego emocional, como se ha visto en estudios con niños huérfanos en comparación con aquellos que viven con sus padres, e incluso respecto a aquellos que fueron adoptados antes de los dos años de edad. Si los pequeños “reciben protección afectiva, el cerebro se desarrolla mejor”, indicó el experto.
El investigador resaltó que hay evidencia científica de que el incremento en el uso y abuso de sustancias se deriva de estas situaciones, así como por el aislamiento social (como el vivido por el coronavirus), la estigmatización y el bullying.
En otra investigación realizada en la UNAM se identificó que la mitad de los adolescentes y jóvenes que tuvieron una infancia difícil presentan problemas de insomnio, síntomas de depresión y ansiedad. Además, reportaron el inicio temprano, a los 13 años de edad, en el consumo de tabaco y otras sustancias.
También se ha observado entre usuarios de mariguana, a quienes se comparó con personas sin esa adicción. Los investigadores detectaron que la mitad de los consumidores de la planta sufrieron violencia durante su infancia, mientras ese problema estuvo presente en uno de cada tres de los no usuarios.
Durante la inauguración del Congreso, Jesús Ramírez Cuevas, vocero del gobierno de la República y responsable de la campaña de comunicación de la Estrategia Nacional para la Prevención de Adicciones (Enapa), destacó que el propósito ha sido poner en el centro la salud de las personas, sus necesidades y los mecanismos útiles para apoyarlas.
Entre otros, mencionó que se busca “mejorar la conversación” sobre diferentes aspectos, como han sido las consecuencias por el confinamiento a causa de la pandemia de Covid-19. Aseguró que durante este periodo “ha habido crecimiento exponencial de problemas de salud mental, ansiedad, depresión y consumo de sustancias sicoactivas”.