Dubai. Un ciberataque paralizó ayer el sistema operativo del gobierno que maneja los subsidios para comprar combustibles en Irán y obligó a conductores a hacer largas filas en las gasolineras del país.
Ningún grupo se atribuyó el ataque, que fue similar a otro cometido hace algunas semanas que pareció apuntar directamente al líder supremo, ayatola Alí Jamenei, cuando la economía del país colapsa debido a las sanciones estadunidenses.
Según la televisión estatal, un funcionario anónimo del Consejo de Seguridad Nacional reconoció el ciberataque horas después de mostrar largas filas de autos que esperaban por gasolina. Un periodista de la agencia de noticias Ap vio largas filas de autos en una gasolinera cerrada y con las bombas apagadas.
La televisión estatal declaró que funcionarios del Ministerio de Petróleo realizaban una “reunión de emergencia” para tratar de resolver el problema.
Isna, la agencia de noticias semioficial iraní, la primera en calificar al incidente de ciberataque, aseguró que quienes intentaban comprar combustible por medio de una tarjeta emitida por el gobierno recibían el mensaje “ciberataque 64411”. La mayoría de los iraníes depende de esos subsidios para cargar combustible en sus vehículos, sobre todo en medio de la crisis económica.
Si bien Isna no aludió al significado del número, éste está asociado a una línea telefónica manejada por la oficina de Jamenei que responde a preguntas sobre el derecho islámico. La agencia retiró horas después el informe y denunció que la habían hackeado. Este es un argumento empleado con frecuencia por los medios iraníes cuando publican noticias que pueden provocar enojo de las altas autoridades.
Canales satelitales extranjeros que transmiten en farsi publicaron videos presuntamente tomados por conductores en la importante ciudad de Isfahan, donde tableros electrónicos mostraban leyendas como “¡Jamenei! ¿Dónde está nuestra gasolina?” o “Gasolina gratis en Jamaran”, en alusión al lugar donde se ubica la casa del difunto líder supremo ayatola Ruhola Jomeini.