Lima. Los mercados peruanos cayeron ayer tras el llamado del presidente peruano Pedro Castillo para nacionalizar el gas, lo que generó dudas sobre el tono moderado que había mostrado el mandatario.
Castillo, que ganó las elecciones apoyado por un partido marxista pero que suavizó su retórica al llegar a la presidencia, instó el pasado lunes al Congreso a aprobar una ley sobre la “estatización o nacionalización” del gas, cuando el gobierno busca renegociar el contrato de explotación del recurso con un consorcio liderado por Pluspetrol.
El sol, la moneda peruana, bajó el martes 0.35 por ciento a 3.988 unidades por dólar, en una jornada en la que el banco central vendió unos 108 millones de dólares para evitar mayor volatilidad en el mercado cambiario. En tanto, el referencial de la bolsa de Lima perdió 1.2 por ciento a 555.50 puntos.
“Hay nerviosismo por los comentarios de Castillo. Es un poco el sentimiento del doble discurso, porque Castillo ya se había moderado (...) ahora lo vemos regresando a tratar de aliarse con el oficialista (marxista) Perú Libre”, dijo un operador.
El anuncio de Castillo contrasta con su discurso cuando asumió el mandato de cinco años a fines de julio y dijo que “ni remotamente estatizará” la economía del país.
Pluspetrol, que tiene como socios menores al conglomerado surcoreano SK Group, la estadunidense Hunt Oil y la española Repsol SA, explota el yacimiento de gas natural de Camisea, cuyo combustible genera casi la mitad de la energía eléctrica del país, mientras el resto es exportado.
Según la Constitución de Perú, las empresas privadas sólo pueden nacionalizarse con la aprobación del Congreso. Actualmente el parlamento lo componen integrantes de oposición, en su mayoría.
Se extienden protestas contra mineras
La minera Antamina, la mayor productora de cobre de Perú controlada por Glencore y BHP Billiton, dijo que manifestantes bloquearon una carretera usada por la compañía, en la más reciente de una serie de protestas contra importantes yacimientos desde que el presidente Pedro Castillo asumió al poder.
A este conflicto se suman el bloqueo de una vía que afecta desde la se-mana pasada a la cuprífera Las Bambas, de la china MMG, y la protesta de comunidades desde el lunes contra Constancia de Hudbay Minerals. La mina de cobre Antapaccay, de Glencore, había enfrentado a inicios de octubre un bloqueo, que fue suspendido tras un acuerdo de diálogo.