La Habana. El impacto de la pandemia de coronavirus y las sanciones estadunidenses provocaron que la economía cubana -desde 2020 y en lo que va del presente año- perdiera un 13 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB), informó este miércoles el titular del ramo, Alejandro Gil.
El funcionario compareció ante los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular -el Parlamento- e indicó además que se dejaron de ingresar a las arcas nacionales dos mil 400 millones de dólares en 2020 que deben sumarse a los 700 millones en lo que va del periodo, sobre todo debido a la paralización del turismo.
“Estamos hablando que en un periodo de casi dos años hemos perdido más de tres mil millones de dólares. La economía ha venido casi que resistiendo”, dijo citado por el portal oficial Cubadebate, que dio cuenta de la comparecencia ministerial. “No es posible que no se sienta en la vida diaria de los cubanos”.
Largas colas, carestía y desabasto son parte desde hace meses de la vida diaria de los cubanos, que también sufrieron apagones y las dificultades agregadas por las limitaciones impuestas por la pandemia, como el aislamiento social y el transporte suspendido o espaciado.
La economía de la isla prácticamente se paralizó en estos 19 meses, sobre todo el turismo, el motor de las finanzas que quedó inmovilizado por los cierres de fronteras y suspensión de vuelos comerciales. Además, bienes exportables como el tabaco y el ron no cumplieron con su plan de ventas al exterior, indicó Gil, aunque el níquel mantiene un nivel estable y su precio internacional está por encima de lo previsto.
Durante una conferencia de prensa de mediados de octubre, el ministro había indicado que se estimaba para este año un crecimiento de 2 por ciento de su PIB para 2021.
En esta ocasión ante los diputados, Gil indicó que el país debió gastar uno mil 300 millones de dólares este año en la compra de alimentos y remarcó el incumplimiento en la producción nacional de reglones claves como arroz, maíz, frijoles, leche y carnes como la de cerdo, básicos de la canasta de la isla.
El funcionario indicó además que había un “desorden en logística internacional” en los mercados mundiales, pues la isla incluso con contenedores pagados no pudo traerlos todavía debido tanto a las complicaciones por la pandemia como por las sanciones que Estados Unidos impone a La Habana y le obstaculizan las compras en el extranjero.
Paralelamente defendió las tiendas en dólares, abiertas en los últimos meses para captar divisas y que generaron mucha irritación entre los cubanos, pues los obliga a adquirir en esos comercios bienes básicos --el Estado tiene el monopolio del abasto minorista--, incluso sin contar con la divisa, por lo que se debe acudir al mercado negro para obtenerla.
Además reconoció que la inflación es uno de los principales problemas para la economía de la isla.
Se espera que la nación caribeña viva una reactivación a partir del 15 de noviembre con la apertura de sus fronteras y una regularización progresiva del turismo y otros rubros, en consonancia con una baja de los casos de infectados con el virus y una campaña masiva de inmunización a partir de los productos Soberana 02, Soberana Plus y Abdala, de factura nacional.