Ciudad de México. La desigualdad mundial se mantuvo intacta en 23 años previos a la crisis detonada por la pandemia de coronavirus. Entre 1995 y 2018 la participación de los países de ingreso bajo en la riqueza mundial se mantuvo por debajo del uno por ciento, mientras las economías de ingreso alto acaparan el 61 por ciento, reportó el Banco Mundial.
No sólo la estructura de desigualdad se conservó, también en un tercio de los países de ingreso bajo —donde vive 8 por ciento de la población mundial— la riqueza por habitante se redujo. Esto a medida que aumenta el peso de los recursos naturales como activos frente al cambio climático, detalló el organismo.
En el informe La riqueza cambiante de las naciones 2021, el Banco Mundial recalca que en todo el mundo la proporción del total de la riqueza en capital natural renovable (los bosques, las tierras cultivables y los recursos marinos) se está reduciendo y se encuentra amenazada por el cambio climático.
Es así que el capital natural renovable se está tornando más valioso porque brinda servicios esenciales para los ecosistemas. Tan sólo los manglares —que sirven como dique frente a inundaciones— incrementaron 157 por ciento su valor al paso de 23 años, de acuerdo con cálculos del Banco Mundial.
De acuerdo con los estimados, el valor de los manglares a nivel mundial pasó de 212 mil 913 millones de dólares en 1995 a 547 mil 534 millones de dólares en 2018, mientras escalan los efectos del cambio climático, como las inundaciones.
El organismo agrega que si bien la riqueza mundial aumentó considerablemente entre 1995 y 2018, y los países de ingreso mediano están alcanzando el mismo nivel que los países de ingreso alto, esa prosperidad ha estado acompañada de una gestión no sostenible de algunos activos naturales.
Explicó que la riqueza forestal per cápita de los países de ingreso bajo y mediano se redujo 8 por ciento en los 23 años de muestra, lo que refleja una considerable desforestación. Mientras el valor de las reservas pesqueras marítimas mundiales cayó 83 por ciento debido a la gestión deficiente y a la pesca excesiva durante ese mismo período.
Para el caso de México, recalca que la explotación de los combustibles fósiles aumentó cinco veces al paso de 23 años, al pasar de 5 mil millones de dólares en 1995 a 25 mil millones de dólares en 2018, pese a que ha mermado el descubrimiento de nuevos campos.
“Esto ha contribuido a una disminución en la riqueza de combustibles fósiles de México, que cayó de 400 mil millones de dólares en 1995 a 227 mil millones de dólares en 2018, una disminución de 43 por ciento en 23 años”, detalló el organismo.
Como contraparte, el país ha visto un incremento de 51 por ciento en el valor que tiene su territorio cubierto por manglares, los cuales pasaron de representar 11 mil 784 millones de dólares en 1995 a 17 mil 838 millones en 2018. Por arriba de esta medición de riqueza se encuentran Indonesia, Brasil y Australia.
A la par, el Banco Mundial ubica a México como un país de “ingresos medianos altos”, dado que su riqueza por habitante se encuentra en 210 mil 942 dólares, con base en la paridad de poder adquisitivo (PPA).
En los extremos de este comparativo se encuentran Kuwait con una riqueza por habitante de un millón 228 mil 643 dólares, mientras en Burundi alcanza 14 mil 464 dólares, es decir 84 veces menor. En Estados Unidos este indicador es de 872 mil 400 dólares y en China de 286 mil 128.