En la actualidad existen en promedio 30 amparos que se promovieron en el juzgado quinto de distrito en materia administrativa en la Ciudad de México contra el rediseño del espacio aéreo, señalaron vecinos del colectivo “Más seguridad, menos ruido”, conformado por más de 150 colonias del valle de México.
Exigieron al gobierno federal mostrar los estudios que garanticen la seguridad de las nuevas rutas de llegada y salida en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), así como los que detallen los efectos de la contaminación ambiental y en la salud por el ruido excesivo provocado por las aeronaves.
“El rediseño generó rutas más largas, demoras en el aire y en los aeropuertos de origen y, por consiguiente, costos de operación mayores que al final serán pagados por los pasajeros que utilizan el AICM, ya sea para salir o para ingresar pero, sobre todo, pone en riesgo no sólo a un millón 250 mil habitantes, sino que ahora son el doble quienes corren peligro por la inseguridad que se ha generado.”
El pasado 25 de marzo entró en operación la primera fase del rediseño del espacio aéreo en el valle de México, que considera las operaciones de los aeropuertos internacionales de la Ciudad de México, Toluca, Puebla y Cuernavaca. La segunda fase entrará en operación en marzo de 2022, cuando inicien operaciones el aeropuerto Felipe Ángeles.
Paula Arizpe, Francisco Landero, Gricha Raether, Iliana Ramos, Luz María Gaubeca y Teresa Soria advirtieron que con la nueva ruta las aeronaves vuelan más hacia el poniente y muy cerca de la zona montañosa de esa parte de la ciudad, y se estableció otra ruta que proviene del sur sobrevolando todas las colonias de esa zona, coincidiendo ambas sobre la alcaldía Álvaro Obregón, lo cual, según diversos especialistas, incrementa un potencial riesgo de colisión.
“Con la ruta anterior, el control de tráfico aéreo disponía de espacio suficiente para lograr la separación reglamentaria (5 millas) antes de que las aeronaves sobrevuelen la ciudad, lo cual siempre será más seguro.
“Como consecuencia de este mal rediseño, buena parte de quienes habitamos el valle de México hemos sufrido un aumento muy preocupante en cuanto a la contaminación ambiental provocada por el insoportable ruido de los aviones las 24 horas del día”, que la Organización Mundial de la Salud estableció como rango máximo tolerable de 45 decibeles en el día y 40 por la noche, pero hoy esos niveles llegan a hasta un máximo de 82, apuntaron.
“Ese incremento en el ruido también es generado por el efecto rebote que se da al acercar las rutas a la zona montañosa de la zona poniente del valle de México y que hoy afectan a la Ciudad Universitaria de la UNAM y a los hospitales en la zona sur, entre los que suman mil 930 escuelas y 70 hospitales.”