Ciudad de México. América Latina y el Caribe es la región con mayor devastación a causa del Covid-19. Debido a la pandemia se incrementaron la pobreza y la pobreza extrema, pues uno de cada tres latinoamericanos no tiene los ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas.
De acuerdo con un reporte de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), a esa enorme desigualdad se suma una gran brecha global en el acceso a las vacunas. Sin embargo, proyectó la secretaria ejecutiva de ese organismo, Alicia Bárcena, con 38 millones de dosis más la región podría cerrar 2021 con 70 por ciento de cobertura.
Al presentar el documento, expuso la enorme desigualdad en el acceso a los biológicos: la Unión Europea y Estados Unidos han vacunado a 64.1 y 58.4 por ciento de su población, respectivamente, zonas que adquirieron gran cantidad de antídotos por lo que “superan sus necesidades y tendrán excedentes”; mientras en América Latina y el Caribe apenas a 43 por ciento, pero si sólo se contabiliza El Caribe, el número es apenas de 24.7 por ciento.
Indicó que de continuar al ritmo actual de vacunación mundial a causa de la desigual distribución de los biológicos, nuestra región no podrá superar 70 por ciento de cobertura al cierre de este año; aunque, para conseguirlo, planteó, se necesitan 38 millones de dosis más.
El reporte, titulado Desastres y desigualdad en una crisis prolongada: hacia sistemas de protección social universales, integrales, resilientes y sostenibles en América Latina y el Caribe, se presentó en el marco de la Cuarta Reunión de la Conferencia Regional sobre Desarrollo Social de América Latina y el Caribe, organizada por la Cepal y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, instancia de la cual México entregó la presidencia para pasar la estafeta a Antigua y Barbuda.
Bárcena refirió que a causa de la pandemia, en la región 22 millones de personas más cayeron en situación de pobreza, para alcanzar un total de 209 millones de habitantes en esa condición, de ellas, 78 millones están en pobreza extrema.
Aunado a ello, la clase media también ha sufrido fuertes impactos. Ese sector creció entre 2002 y 2019 de 27 a 41.2 por ciento; sin embargo, el Covid-19 provocó que 28 millones de personas que estaban en este nivel descendieran a estratos de bajos ingresos. De ellos, 3 millones cayeron en situación de pobreza o pobreza extrema, mientras que 25 millones pasaron al estrato bajo no pobre.
En 2021 la vulnerabilidad continúa y se proyecta que 79 por ciento de la población de América Latina y el Caribe tendrá ingresos abajo de tres líneas de pobreza. Además que 166 millones de latinoamericanos no tienen agua potable gestionada de manera segura; 443 millones no cuentan con saneamiento; 19 millones están sin acceso a electricidad y 77 millones no tienen combustibles y tecnologías limpias para cocinar.
De acuerdo con el reporte, las naciones tendrían que invertir 1.3 por ciento del PIB anualmente hasta 2030 para corregir esa situación. Con esto se generarían 3.6 millones de empleos por año en el sector del agua y saneamiento y medio millón en el de energía.
Los contrastes también se han dado en los apoyos sociales destinados por los gobiernos de la región ante la pandemia, en 2020 dirigieron 90 mil millones de dólares y para este año la cifra cayó a 21 mil millones de esa divisa.