Austin. Defensores del derecho al voto demandaron otra vez a Texas, esta vez con apoyo de un exsecretario de Justicia federal, alegando que la nueva distribución de los distritos legislativos del estado favorece al Partido Republicano y diluye el voto de las comunidades no blancas, pese a que el crecimiento demográfico fue principalmente de las comunidades hispanas, negras y asiáticas.
La demanda fue interpuesta el lunes por votantes de Texas y Voto Latino —una organización para la defensa del voto hispano— en una corte federal de Austin poco después de que el gobernador republicano Greg Abbott firmó la reconfiguración de los distritos.
Texas, el estado de inclinación republicana más poblado del país, fue la única entidad a la que le asignaron este año dos nuevos escaños en el Congreso federal después de que el censo mostrara que su población había crecido en 4 millones de personas, casi la mitad de las cuales eran hispanas. Texas tendrá ahora 38 representantes federales y 40 votos electorales, las cifras más altas después de California.
De acuerdo con la demanda, los nuevos mapas para la cámara baja federal infringen la Ley de Derecho de Voto de 1965 porque no conceden a las personas no blancas una oportunidad justa de elegir a sus representantes. Los mapas no incluyen ningún distrito adicional en el que los electores negros o hispanos conformen más de 50 por ciento del padrón electoral y, de acuerdo con estadísticas del censo, más de 9 de cada 10 nuevos residentes en Texas en la última década fueron personas no blancas.
Otra demanda presentada previamente por el Fondo Mexicano Estadunidense para la Defensa Legal y la Educación (conocido como MALDEF por sus iniciales en inglés) hace denuncias similares.
El exsecretario de Justicia Eric Holder Jr., que encabeza al Comité Nacional Demócrata de Redistritación y cuya organización afiliada, el Fondo de Acción Nacional de Redistritación, apoya la demanda, señaló que la reconfiguración distrital, que puede contribuir a que los candidatos republicanos continúen dominando los cargos de elección popular, constituye una muestra de “desesperación por el poder político partidista”.
Holder dijo que la demografía del estado está cambiando más rápido que las políticas de los republicanos de Texas.
“El mapa ha sido elaborado con una precisión realmente quirúrgica para eliminar los distritos competitivos a expensas de las comunidades de color del estado”, afirmó.