Moscú. La cifra diaria de muertes de Covid-19 en Rusia alcanzó un nuevo récord el martes y el aumento de contagios obligó al gobierno a ordenar que la mayoría de los rusos no vayan a trabajar a partir de esta semana.
La comisión nacional encargada de combatir el coronavirus informó que se produjeron mil 106 decesos en 24 horas, la cifra más alta desde el comienzo de la pandemia.
Rusia registró 36 mil 446 casos nuevos en el día, un poco menos que en las jornadas anteriores.
En un intento de reducir la transmisión el virus, el presidente Vladimir Putin ordenó un período de suspensión del trabajo del 30 de octubre al 7 de noviembre, cuando el país tendrá un feriado extenso.
Durante ese lapso, la mayoría de los organismos estatales y empresas privadas deben suspender las operaciones. Permanecerán cerradas la mayoría de las tiendas y salas de espectáculos, las escuelas en todos los niveles y los gimnasios. Los restaurantes y cafés solo ofrecerán comidas para llevar o entregar.
Las tiendas de alimentos, farmacias y empresas de infraestructura esencial permanecerán abiertas.
Para acceder a museos, teatros, salas de conciertos y otros locales será necesario presentar en el teléfono celular un código que demuestre que la persona está vacunada o se ha recuperado del Covid-19, disposición que continuará vigente después del 7 de noviembre.
Las personas mayores de 60 años deberán permanecer en casa, y los clubes nocturnos y otras salas de diversión estarán cerradas.
Las autoridades han debido reforzar la obligación de usar mascarillas en el transporte público y los locales bajo techo, algo que se empezaba a descuidar.
El presidente ruso exhortó a las regiones más afectadas a iniciar el período de ausencia del trabajo lo antes posible y posiblemente extenderlo más allá del 7 de noviembre. Seis de las 85 regiones iniciaron el período de ausencia el lunes y otras se sumaron el martes. Moscú suspenderá la mayoría de los trabajos a partir del jueves.