El mercado laboral de México requirió 16 meses para recuperar las más de 12 millones de plazas que se perdieron con el inicio de la pandemia de Covid-19, pero entre agosto y septiembre 1.3 millones de personas –en su mayoría mujeres– han perdido sus trabajos y, como resultado, de nueva cuenta el índice de empleo –sumado formal e informal– se encuentra debajo del registrado antes de la pandemia, exhibió el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En septiembre, la población ocupada registró un segundo retroceso consecutivo mensual, lo que vuelca la recuperación que ya se había logrado en julio, según cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (Enoe). Los hombres representan 30 por ciento del descenso, mientras que el restante 70 por ciento son mujeres.
De acuerdo con la estadística oficial, la población ocupada disminuyó 544 mil 350 trabajadores durante septiembre, cifra que se suma a la merma de 740 mil 707 registrada un mes antes, en agosto. Como resultado, 1.3 millones de personas salieron de la fuerza de trabajo en los pasados dos meses, debido a un contexto de incertidumbre económica y a la tercera ola de Covid-19.
Y es que, con los resultados de septiembre, el nivel de ocupación quedó en 638 mil 961 plazas por debajo de lo reportado en marzo de 2020, previo al golpe que significaron los primeros cierres de la economía en el mercado laboral, y 8.3 millones de personas son parte de la población no económicamente activa que está disponible para trabajar –personas que necesitan un trabajo, pero que no lo buscan–, es decir, 42.4 por ciento por arriba de los 5.9 millones que se registraron en marzo de 2020.
Los datos muestran que en septiembre la contracción en el empleo estuvo ligada a una caída en las actividades de servicios y comercio, así como la agricultura, donde se presentaron pérdidas de 731 mil 764 y 38 mil 229 puestos de trabajo, respectivamente. Y sólo las industrias amortiguaron esta baja.
También la informalidad aumentó 1.3 puntos porcentuales respecto a septiembre del año pasado. Actualmente, 31 millones de personas se ocupan a través de ella, lo que implica que la economía mexicana se sostiene con 56.2 por ciento de sus trabajadores sin acceso a seguridad social u otro derecho laboral.
En cuanto a salarios, se ampliaron las brechas. La población ocupada que ganó hasta un salario mínimo (213.39 pesos diarios por jornada diaria de trabajo) aumentó 682 mil 289 personas; quienes perciben de un salario mínimo hasta dos retrocedieron 424 mil 580 personas, y los que perciben remuneraciones arriba de cinco salarios mínimos aumentaron 19 mil 359 personas en septiembre, con respecto de agosto.
A la par, la población subocupada, es decir, que declara tener necesidad y disponibilidad para trabajar más horas, pero el mercado laboral no tiene capacidad para atenderla, alcanzó 6.8 millones, lo que implica 12.3 por ciento de la población ocupada, y significó un decremento de 1.2 millones de personas frente a septiembre del año pasado.
“A pesar de que ha disminuido con relación a los máximos vistos durante el confinamiento, la tasa de subocupación se encuentra atorada en niveles muy superiores a las tasas prepandemia de 12 por ciento de la población ocupada en septiembre de 2021 contra el menos de 8.0 por ciento con frecuencia en el 2019”, describió Julio Santaella, presidente del Inegi.