A menos de dos años de que comenzó la crisis de salud ocasionada por el coronavirus, la sociedad vuelve paulatinamente a la normalidad sin grandes pérdidas económicas, sociales y humanas, comparadas con pandemias del pasado.
A nivel de la economía, las grandes potencias ampliaron el gasto y la inversión pública para evitar una recesión. A nivel social, después del encierro de más de un año comienza una intensa vida comunitaria. En el caso de las defunciones se proyectan 5.5 millones en el mundo hasta el cierre de este año, un número relativamente pequeño frente a otras epidemias.
Como referencia tenemos la peste negra o bubónica de 1347 a 1351, que acabó con la tercera parte de la población europea, es decir, más de 100 millones de muertos; la viruela de 1520 que mató a 56 millones de personas y la gripe española en la Primera Guerra Mundial que acabó con más de 50 millones de personas.
Lo que hace la diferencia del coronavirus frente a pestes anteriores es el avance de la ciencia médica. La biotecnología vive una revolución en materia de vacunas, de medicamentos y de pruebas, entre las que destacan los avances logrados por firmas como Pfizer-BioTech y Moderna en vacunas de última generación con base en ARN mensajero que genera una respuesta inmune ante el virus. En el caso del seguimiento del coronavirus tenemos como ejemplo a SD Biosensor con pruebas de antígenos nasal que detecta cualquier variante del virus.
Ahora que la población adulta en México está ampliamente vacunada, el esfuerzo para controlar la epidemia recae en el seguimiento de los contagios a través del monitoreo de anticuerpos, para lo cual la prueba Estándar Q IgG-IgM Plus cumple con este propósito y, ante el regreso a clases, urge intensificar la aplicación de pruebas especializadas en niños, como la de antígenos nasal standard Q que distribuye en México Productos Médicos Integrales (PMI 1210).
Para evitar un nuevo rebrote de la pandemia con más pérdidas de vidas, con caídas económicas y con problemas físicos y sicológicos entre la población, como acaba de suceder en diversas provincias de China que a partir de este fin de semana pararon su actividad productiva, las vacunas y pruebas serán parte de nuestra realidad a lo largo de los próximos años.