Ciudad de México. De enero pasado a la primera quincena de octubre de 2021, los inversionistas extranjeros vendieron posiciones por 257 mil 751 millones de pesos en bonos respaldados por el gobierno mexicano, con lo que se superó el dato de todo 2020, año en el se registró la mayor fuga de capitales foráneos desde que hay registro, revelan datos oficiales.
En todo el año pasado, de acuerdo con cifras del Banco de México (BdeM), los inversionistas foráneos vendieron deuda mexicana por 257 mil 238 millones de pesos; esto, según especialistas, por una combinación de factores que incluyó la pandemia e incertidumbre local propiciada por políticas del gobierno.
Según información del banco central, al inicio de este año los tenedores extranjeros poseían un billón 891 mil millones de pesos en bonos del gobierno mexicano; sin embargo, para el 14 de octubre pasado la cifra era de sólo un billón 633 millones de pesos. Lo que significa que en 10 meses se han deshecho de 13.6 por ciento de su inversión.
En proporción, la fuga de capitales también supera a la de 2020, pues del primer día al último de ese año la cantidad de deuda en manos de foráneos pasó de 2 billones 148 mil millones de pesos a un billón 891 mil millones, es decir, una caída de 11.9 por ciento.
En lo que respecta a la venta masiva de posiciones que se registra en lo que va de este año, Janneth Quiroz, subdirectora de Análisis en Monex, explicó que es producto de la aversión al riesgo por parte de los inversionistas, quienes ante la incertidumbre global por distintos factores no se animan a invertir en países emergentes como México.
El primer factor que se observó desde inicios de año, explicó la especialista, es la pandemia, pues a lo largo de los meses se fueron detectando nuevas cepas que han aumentado la incertidumbre sobre cuándo veremos el final de este fenómeno sanitario que ha golpeado a las economías de todo el mundo.
Luego vinieron los estímulos fiscales por parte de Estado Unidos, que si bien aceleraron su recuperación económica, también provocaron choques en la demanda y escasez de ciertos productos, dando pie a una mayor inflación, la cual fue reforzada por la crisis energética que vive Europa por el encarecimiento de la electricidad y el gas.
“Llama la atención que a mediados de octubre ya hayan salido los capitales extranjeros que vimos en todo el año pasado, cuando vivimos la parte más complicada de la crisis económica; lo más probable es que la tendencia continúe en los siguientes meses, por lo que acumularemos dos años con fuertes ventas de bonos gubernamentales”, apuntó la analista de Monex.
Quiroz destacó que sin duda es una situación que preocupa, pues siempre es deseable que México sea un país atractivo para la inversión; no obstante, los fundamentos económicos de la nación han salido mejor librados de la pandemia respecto a otras, por lo que en medida que la incertidumbre global se disipe, lo más probable es que la compra de deuda por parte de foráneos regrese, apuntó.