Muchas ciudades de México y Latinoamérica están llegando a niveles preocupantes de congestión vehicular y contaminación debido al crecimiento desordenado y al predominio de la movilidad en automóvil, por lo que es necesario crear planes de desarrollo urbano acordes con las necesidades de cada barrio, alternativas al transporte motorizado individual y atención a quienes trabajan en la economía informal.
Así lo afirmó Robin King, directora del área de captura de conocimientos y colaboración del organismo internacional World Resources Institute (WRI), quien llamó a trascender las visiones de corto plazo que únicamente buscan lucrar con los precios de la vivienda, pero no atienden las necesidades básicas de la ciudad y sus habitantes.
“En las ciudades de América Latina se siente una gran congestión porque los países del sur global crecieron muy rápido y llegaron a una etapa bastante alta en ese sentido desde hace 40 años. Están construidas para los coches, como pasa en Estados Unidos, y mucha gente quiere tener el suyo porque es una muestra de que ha llegado a cierto nivel de estatus”, señaló la experta.
“Ya no hay dónde estacionarlos”
Aunque los automóviles idealmente son un medio para viajar con más facilidad, en muchas ciudades mexicanas “hay tantos coches que ya no se puede ir a ningún lugar, porque no hay dónde estacionarlos ni usarlos”, lo cual deja ver la necesidad de invertir mucho más en transporte público de calidad y en medios no motorizados, como la bicicleta, que se puedan complementar entre sí.
En este escenario, “las empresas inmobiliarias, así como las instituciones que las financian, han ayudado a construir mal las ciudades. Muchas veces trabajan para tener un retorno (económico) muy alto, pero necesitamos una planeación integral a largo plazo, porque a corto plazo puede haber rendimientos muy altos, pero que hacen que todos podamos morir por la contaminación”, comentó.
Por todo lo anterior, la especialista Robin King llamó a usar la creatividad en la búsqueda de opciones para allegarse de los recursos económicos necesarios con el fin de transformar las ciudades, así como a “alinear la planeación urbana a nivel metropolitano, municipal y de barrio, dentro de un marco más integral”.