En los primeros años de la actual administración, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) –organismo que está en vías de desaparecer en caso de aprobarse la reforma eléctrica– redujo en 5.2 por ciento su presupuesto debido a que cuenta con menos personal. El informe de austeridad republicana correspondiente al ejercicio fiscal 2020 exhibe que en el bienio 2019-2020 se suprimieron 169 plazas para quedar en un total de 541 al cierre del año pasado.
El documento detalla que se mantienen 188 plazas permanentes en el organismo; de ellas 163 son de niveles de mando y enlace, y otras 25 son operativas. No obstante, se logró reducir su costo total de 146 millones 600 mil pesos a 143 millones 300 mil, al haberse reducido las remuneraciones de puestos directivos.
La CRE exhibe que en atención a las medidas de austeridad se eliminaron seis plazas de la Oficialía Mayor, que existían en 2018, pero se abrieron cuatro plazas para jefe de unidad, la cuales pasaron de siete en 2018 a 11 el año pasado. Algo similar sucedió con el nivel de director general o coordinador general, pues de 26 que había al inicio de la administración, al cierre de 2020 eran 34.
Mientras las plazas de director general adjunto –que el gobierno federal decretó desaparecer– se redujeron de 67, que había al inicio de la administración, a 22, concluido 2020. El número de directores de área pasó de 151 a 136, respectivamente, y las plazas de jefes de departamento se redujeron de 146 a 131, también en el mismo periodo.
La pandemia y el obligado trabajo a distancia abonaron a las metas de austeridad. El gasto en servicio telefónico se redujo 66 por ciento respecto a 2019, el de arrendamiento de vehículos fue 44.3 por ciento inferior, el arrendamiento de equipos y bienes informáticos disminuyó 98.4 por ciento, incluso los recursos para viáticos y pasajes nacionales e internacionales mermaron 53.9 por ciento.