Ciudad de México. Hace unos años, tres amigas de Países Bajos comenzaron a hacer música juntas. Su idea era combinar distintas influencias en sus canciones bajo un manifiesto, en el que se prometían ser inclusivas tanto con otros artistas como con otras formas de expresión. “Poco a poco queríamos más, nuestro show fue más como teatro. Queríamos hacer otras cosas, y así empezó a crecer este proyecto”, contó Laurien Schreuder, una de las fundadoras de Snowapple.
Ese pensamiento hizo que la formación se fuera convirtiendo en un colectivo de arte internacional en el que, además de música, se desarrollan obras de teatro, películas y otras formas de arte. De ahí se desprendió Moon Cabaret, compañía teatral que comenzó a nutrir a la banda para ampliar sus límites más allá de las melodías.
“El valor más importante es que todos los que están con Snowapple tienen que ser abiertos con las otras personas y con mucho respeto a las otras culturas y disciplinas, y también con la intención de aprender las de los otros”, detalló Laurien, quien también es conocida como Mrs Moon.
Trabajando de esa manera, la banda, la compañía y el colectivo se fueron ampliando hasta llegar a México, donde conocieron a muchas artistas locales con los que comenzaron a colaborar. Junto a agrupaciones de mexicanas hicieron una gira, después comenzaron a estudiar expresiones como el teatro o la mímica para finalmente desarrollar proyectos junto a las artistas locales.
Eso fue lo que ocurrió con la banda femenil de Oaxaca, Mujeres del Viento Florido, dedicada a tocar instrumentos de metal. Gracias a la buena relación creativa que forjó junto a las mexicanas, Snowapple comenzó a adoptar aspectos de las manifestaciones culturales propias de México. “Pienso que la música viene de una parte adentro de nosotros y que si abrimos el alma, podemos tocar juntos en una manera más o menos fácil”, contó Mrs Moon.
Al mantener la apertura, sin dar demasiada importancia a la formación, la cultura o el pasado de sus colaboradores, el colectivo ha logrado desarrollar diversos proyectos que ahora cuentan no sólo con características interdisciplinarias, sino, además, multiculturales. “Queremos cambiar el mundo para mejorar a través del arte y la imaginación. Buscamos artistas que tengan esa fuerza”, señaló Schreuder.
Cosas tradicionales con contemporáneas
Tanto su música como su estética están basadas en lo circense y lo avant-garde, pero también han sabido adaptar y acoger dentro de sí aspectos mexicanos, logrando combinarlos armónicamente con los europeos. “Es una mezcla de algunas cosas tradicionales con contemporáneas, y fue un gran trabajo encontrar una forma”, agregó. Pero también en Snowapple y Moon Cabaret se han preocupado por dar cabida a disciplinas menos populares, como es el caso del arte con títeres.
“Quizá no todos en el grupo hablamos el mismo idioma, pero musicalmente nos entendemos, nos comunicamos, la música también conlleva sentimiento. Nosotras traíamos el sentimiento oaxaqueño para ellos y nos llevamos algo”, explicó Diana Martínez, integrante de Mujeres del Viento Florido.
Tanto la agrupación como la compañía procuran que los otros artistas aprendan las manifestaciones que sus compañeros practican, “conocer otra forma de expresarte en el escenario, de entender que no sólo como ejecutante tienes que atender a tu instrumento y ya, que también hay maneras de utilizar tu cuerpo, de improvisar con él, con tu instrumento, con las luces, con las sombras”, detalló Cynthia Martínez, integrante mexicana de la agrupación.
Este año Snowapple y Moon Cabaret lanzaron Mr Moon, el quinto disco surgido del colectivo. En el álbum hay versiones nuevas de clásicos mexicanos como Niño perdido o La Llorona, pero con ellas conviven canciones en francés e inglés que ya han absorbido la influencia local a la que el proyecto ha estado expuesto en ya varias ocasiones.
Entre sus planes cercanos está grabar el video de uno de sus sencillos en Oaxaca, junto a las 40 integrantes de la orquesta Mujeres del Viento Florido. Asimismo, Snowapple y Moon Cabaret tienen agendadas presentaciones en esa entidad y en Guadalajara. Además de su labor en el teatro y la música, el colectivo ha abierto una casa de cultura en Coyoacán.
“No hay muchas casas de cultura aquí en México dedicadas a mujeres, y una parte de nuestro manifiesto es que las artistas puedan crear en un lugar donde se sientan libres y que también puedan experimentar”, explicó Laurien. Aunque ni ese lugar ni las agrupaciones están hechas sólo para mujeres, el colectivo ha puesto énfasis en promover actividades para ellas. “Sólo queremos darles un poquito de más oportunidad a las mujeres, pero también hombres pueden tocar con nosotros”, puntualizó Mrs Moon.
La intención es que la Casa de Cultura Snowapple Mx se convierta en un espacio en el que las y los artistas puedan mostrar sus creaciones de forma libre y segura. En el lugar se ofrecen talleres, espectáculos, festivales, yoga y hasta residencias, pero también se han ocupado de pensar actividades que van desde la defensa personal hasta la ayuda sicológica, con la intención de apoyar a víctimas de violación.
El progama de presentaciones de Snowapple y Moon Cabaret se puede consultar en sus redes sociales, en las que aparecen como @snowapplemusic y @moon.cabaret. Las actividades que se desarrollan en la Casa de Cultura, ubicada en avenida México 49, colonia Del Carmen, se anuncian en @casa_snowapplemx.