La Secretaría de la Defensa Nacional dio a conocer esta noche que como parte de sus acciones desplegadas entre el 22 y 23 de octubre, el ejército logró la aprehensión de cuatro integrantes del cártel del Golfo. Como parte del operativo en respuesta a las agresiones a la policia estatal y los bloqueos en Matamoros, murió uno de los dirigentes de dicha organización conocido como El Tigre, junto con otros tres atacantes que lo acompañaban.
“Explotando información de inteligencia, personal del Ejército Mexicano realizaba patrullajes de vigilancia sobre el Boulevard Manuel Cavazos Lerma, observando dos camionetas en actitud sospechosa, de las cuales una blindada y sin placas de circulación, a las que se les dio seguimiento; sus tripulantes, al percatarse de la presencia del personal militar efectuaron disparos desde el interior con armas de alto calibre, intentando sacar de la vía al vehículo militar”.
Según la versión del ejército, El Tigre murió cuando integrantes del ejército repelieron la agresión al repeler la agresión, se logró la detención de cuatro agresores y tres más fallecieron en el lugar de los hechos, entre ellos (a) “El Tigre”, del cartel del Golfo, quien contaba con una orden de aprehensión por el delito de secuestro agravado, considerado uno de los principales generadores de violencia del estado de Tamaulipas; jefe de plaza para la zona de Nuevo Progreso y objetivo prioritario para la justicia de citado estado, además de ser buscado por agencias federales de los Estados Unidos.
Por otro lado, en las acciones perpetradas en Madera, Chihuahua, el ejército detectó “un vehículo en actitud sospechosa” que agredieron al personal militar. En los hechos seregistraron varios atancantes heridos, entre ellos estaba Francisco N a quien se le brindó los primeros auxilios, trasladándolo de inmediato a una instalación sanitaria en la ciudad de Chihuahua, Chih., para proporcionarle la atención médica correspondiente.
Francisco “N”, cuenta con orden de aprehensión por los delitos de delincuencia organizada y homicidio, es considerado como uno de los principales generadores de violencia en los municipios de Madera, Casas Grandes, Ignacio Zaragoza y Gómez Farías, Chih.; asimismo, se le relaciona con el caso de las familias Langford, Miller y LeBaron.