Acapulco, Gro. El pensamiento conservador sólo podría dominar en México de manera transitoria, porque “los mexicanos somos liberales, no nos gusta el pensamiento conservador”, sostuvo este domingo el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien definió dicho pensamiento como “rancio, racista, clasista” y “de los que se creen de sangre azul”.
Durante una supervisión de avance de obra del libramiento Poniente de Acapulco, a la salida de esta ciudad, afirmó que los guerrerenses “están a la vanguardia”, y “a lo mejor les debe llamar la atención a los fifís, a los conservadores, cómo es que en Guerrero se apoya a la Cuarta Transformación”.
Para tener la respuesta, instó a leer la historia del país, ya que apuntó que en todos los procesos de transformación del país ha estado presente el estado de Guerrero.
Además, subrayó que “cuando lean la historia de México y de Guerrero, se van a dar cuenta por qué en México, sólo de manera transitoria podría dominar el conservadurismo. Los mexicanos somos liberales, no nos gusta el pensamiento conservador, rancio, el pensamiento de los que se creen de sangre azul, que es un pensamiento racista, clasista, es un pensamiento de los que le dan la espalda a los pobres, a los que sufren, es un pensamiento de gente que tiene como verdadera doctrina la hipocresía”.
Es, también, de quienes “se dan golpe de pecho o van a los templos, pero olvidan los mandamientos, no les preocupa el prójimo, no piensan en los demás, en la fraternidad, en la solidaridad, en darle la mano al que se está quedando atrás para que se empareje y caminemos todos juntos”.
Frente a la gobernadora del estado, Evelyn Salgado, y autoridades federales, insistió que en su gobierno se está atendiendo a todos los estados, pero se se le da preferencia a las entidades más pobres, por eso, dijo, seguirá el respaldo a Guerrero con presupuesto público federal.
Como ejemplo, recordó que este fin de semana se comprometió a destinar 2 mil 100 millones de pesos a municipios de la montaña para que mejoren sus caminos, ya que hay gente que tiene que caminar hasta 15 kilómetros por la sierra para llegar a una carretera.
Mientras que en ciudades como este puerto, el objetivo es que no haya dos Acapulcos: el del turismo, “con lujos, extravagancias y hoteles de cinco estrellas”, y el de las colonias populares sin servicios de drenaje, de agua.
Al reiterar que Acapulco es un emblema de la lucha liberal, refirió que Antonio López de Santa Anna intentó tomar el puerto con cinco mil soldados luego de que fue respaldado por los conservadores, pero regresó derrotado. A pesar de ello, añadió, los medios de comunicación de la época quisieron convertir el hecho en un victoria para Santa Anna.