Estambul. Los opositores al presidente Tayyip Erdogan dijeron que su llamado a expulsar a embajadores de diez aliados occidentales era un intento de distraer la atención de las dificultades económicas de Turquía, mientras que los diplomáticos esperaban que las expulsiones pudieran evitarse.

Erdogan dijo el sábado que había ordenado que los enviados fueran declarados "persona non grata" por pedir la liberación del filántropo Osman Kavala.

El ministerio de relaciones exteriores aún ejecuta la instrucción del presidente, que abriría la brecha más profunda con occidente en los 19 años de Erdogan en el poder.

La crisis diplomática coincide con la preocupación de los inversores por la caída de la lira turca a un mínimo histórico, después de que el banco central, presionado por Erdogan para estimular la economía, redujo inesperadamente las tasas de interés en 200 puntos básicos la semana pasada.

Kemal Kilicdaroglu, líder del principal partido de la oposición, el CHP, dijo que Erdogan estaba "arrastrando rápidamente al país a un precipicio".

"La razón de estos movimientos no es proteger los intereses nacionales, sino crear razones artificiales para la ruina de la economía", dijo en Twitter.

Kavala, colaborador de numerosos grupos de la sociedad civil, lleva cuatro años en prisión, acusado de financiar protestas en 2013 y de participar en un golpe de estado fallido en 2016. Él niega los cargos y ha permanecido detenido mientras continúa su juicio.

Una fuente diplomática dijo que la decisión sobre los enviados podría tomarse en la reunión del gabinete del lunes y que la desescalada era posible dada la preocupación por las posibles consecuencias diplomáticas.

Según la convención de Viena sobre relaciones diplomáticas, un estado puede notificar a la misión diplomática de un país que un miembro del personal no es bienvenido. El país puede retirar a esa persona o poner fin a su función.

Erdogan ha dominado la política turca durante dos décadas, pero el apoyo a su alianza de gobierno se ha erosionado significativamente antes de elecciones previstas para 2023, en parte debido a la fuerte alza del costo de la vida.