Un rascacielos se eleva como un fantasma sobre el impactante perfil de Bangkok. El Sathorn Unique Tower tiene 49 pisos y mide 185 metros. Con sus pisos repletos de balcones blancos redondeados, está parcialmente terminado. Pero la mayor parte se asemeja a un esqueleto cubierto de hollín negro.
Desde los pisos superiores asoman aún los brazos de las grúas de construcción, como si se tratara de las pinzas que se usan para una autopsia. El Ghost Tower, como se le suele llamar, es uno de los edificios inconclusos más altos del mundo y el lost place más famoso de la capital tailandesa.
Durante años esta torre de hormigón, que iba a albergar sobre todo departamentos de lujo y oficinas, fue uno de los destinos predilectos de aventureros e influencers de todo el mundo.
Por lo general sobornaban con pequeñas sumas a los guardias para poder subir al techo por las escaleras sin terminar. Dejaron varios grafitis en el edificio y subieron fotos a Internet de la construcción en ruinas y de la impactante vista sobre la ciudad pujante. En ciertas ocasiones se acercaron al edificio unos 100 turistas al día para admirar su estructura.
Si bien ingresar está estrictamente prohibido y el acceso está cerrado –sobre todo por cuestiones de seguridad–, aún se pueden leer en Internet consejos y trucos de visitantes de épocas anteriores.
Yulia Yordanova, de Bulgaria y que vive en Bangkok, estuvo arriba. “Se ve un poco terrorífico, pero a mí me gustan las cosas terroríficas”. En su opinión, la obra en sí es un misterio. “Me impactó que esta gran estructura se encontrara allí completamente abandonada. Tengo tantas preguntas. ¿Por qué y cómo sucedió esto?”
Un poco de historia: en los años noventa Bangkok vivió un auge. En todas partes se construyó sobre todo hacia lo alto. Uno de los que participó del negocio fue el adinerado arquitecto Rangsan Torsuwan, pero luego vino la crisis asiática que hizo que el baht, la moneda tailandesa, valiera cada vez menos. El mercado inmobiliario también quebró.
Dado que la crisis financiera comenzó en Tailandia es conocida en la región como la “Tom Yam Gung”, en referencia a la sopa agridulce de gambas del mismo nombre, el plato nacional del viejo Siam.
Alrededor de 500 grandes proyectos de construcción quedaron frenados de un día al otro en 1997, según recuerda el guía de la ciudad Santiporn. “Yo mismo perdí en ese entonces mi trabajo en un banco”. Agrega que, sin embargo, la mayoría de los proyectos fueron finalizados.
No fue el caso del Sathorn Unique Tower. “La gente cree que la torre tenía una maldición desde el principio porque arroja una sombra sobre el famoso templo Wat Yannawa”. Los tailandeses no sólo son budistas creyentes, también son extremadamente supersticiosos.
Dpa