Al presidente Andrés Manuel López Obrador no le preocupa que se una la oposición, a la cual denomina “bloque conservador”; al contrario, a sus adversarios les reconoce que aun con insultos, sus acciones se han realizado por vías no violentas, “salvo las expresiones de algunos corajudos”, pero no pasa de ahí.
“Me preocuparía que no hubiera protesta. Imagínense que sean paleros, ya no estamos en el tiempo de antes, que había oposición palera”, dijo a la prensa.
De pronto serio y en momentos sarcástico, el mandatario se refirió ayer al reciente llamado de sus adversarios a “sacar a Morena de Palacio en 2024”, como se leía en una manta desplegada en una terraza del perímetro de la Plaza de la Constitución.
Al grupo promovido por Claudio X. González y el ex dirigente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos, les dijo que para qué quieren esperarse hasta la próxima elección presidencial –dentro de tres años–, si ahí está la consulta de revocación de mandato el año entrante. “Miren, aquí, ternuritas, aquí vienen enfrente con una mantita”, expresó desde la palestra del Salón Tesorería, en Palacio Nacional.
Aclaró lo que para él es aspiracionismo (otra de las definiciones propias de López Obrador que caló especialmente en la clase media): es una corriente de pensamiento, extendida, añeja, a partir de la cual se quiere tener dinero a como dé lugar, sin escrúpulos morales.
Pero también dijo que otra característica de los conservadores, de los fifís, es que de todo se irritan y se ofenden; suelen ser racistas, se sienten de sangre azul y les choca, los sacude, por ejemplo, que el gobierno dé becas a los jóvenes. Una vez una señora de Santa Fe le gritó desde su camioneta “Andrés Manuel, eres un naco”, anécdota que cuenta seguido, porque así piensan muchos, señala.
“Cuando hablo de Quadri o de Calderón, o de Salinas (de Gortari) o de Diego, de Fox, etcétera, etcétera, pues no estoy obcecado en cuestionarlos a ellos.”
Refrendó otra de sus constantes referencias sociales: el pueblo bueno. “Se burlan cuando digo ‘el pueblo bueno’. Sí, el pueblo bueno”, recalcó.
En cuanto a la lucha contra la corrupción (posiblemente en todas las mañaneras menciona esa palabra) adelantó que en su administración se han presentado ante la Fiscalía General de la República “entre 200 y 300” denuncias que han derivado incluso en órdenes de aprehensión tanto para servidores públicos como particulares.
El reporte lo dará a conocer próximamente, de acusados de delitos de todo tipo; por ejemplo, los que cometen delitos fiscales, los factureros.
Pero como también tiene la certeza de las ventajas que tiene no perder el buen humor, dijo que ya estaba mejor del “desgarre” muscular que sufrió el jueves cuando practicaba su deporte predilecto, el beisbol. La molestia se aligeró, dijo, por el partido que ganaron los Dodgers.
Le recomendaron poner hielo y reposar, pero su agenda de la víspera estuvo llena, lo mismo que la de ayer, al salir de Palacio –a paso lento por la lesión, sin el andar firme que lo caracteriza– casi de inmediato para viajar unas ocho horas por carretera con la finalidad de llegar a La Montaña de Guerrero, que es de las zonas más pobres del país.