El presidente Andrés Manuel López Obrador emitió ayer un decreto, mediante el Diario Oficial de la Federación, que prohíbe a partir de hoy la importación y exportación de los cigarros electrónicos y los vapeadores, contrario a la determinación de la mayoría de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de declarar inconstitucional esa prohibición, con el argumento de que va en contra de la libertad de comercio, el principio de igualdad y el libre desarrollo de la personalidad.
La disposición presidencial resalta que el derecho a la libre personalidad del individuo “no debe ser derecho absoluto, como lo ha sostenido la primera sala de la SCJN”, porque debe tomarse en cuenta que “cuando una persona, derivado del consumo de estos productos cae en una situación de enfermedad o de incapacidad permanente, se genera un alto impacto económico y sicoemocional a su entorno familiar y, adicionalmente, al sistema de salud del país, que se traduce en una afectación individual, familiar y a la sociedad en general”.
El interés superior
En el mismo sentido, el derecho a la libertad de comercio “es válido limitarlo cuando se lesionen los derechos de terceros, o cuando se protegen intereses superiores”, como en este caso, porque el consumo de sistemas alternativos de consumo de nicotina “no sólo representan afectaciones a la salud del consumidor, sino que tiene repercusiones en el derecho al medio ambiente sano, al ser una fuente de contaminación adicional y, por tanto, causa efectos en la salud de los individuos que se encuentran en el mismo entorno y de la sociedad en general, así como lesiona el interés superior de la niñez, al inducirlos al consumo de sustancias nocivas”.
Resalta que “hay un interés superior en proteger la salud de los individuos al no exponerlos a sustancias tóxicas”, así como en evitar que aumenten las enfermedades atribuibles al tabaquismo, “ya que ello impactará en un futuro en la capacidad del Estado para atender los problemas de salud resultantes”.
Contrario a lo argumentado por algunos ministros de la Corte, de que no hay estudios científicos que demuestren que los vapeadores y cigarros electrónicos no causan daños a la salud, similares o incluso peores que el tabaco, el documento da cuenta de estudios de la Organización Mundial de la Salud, de lnvestigadores del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y de la Universidad Nacional Autónoma de México, sobre lo peligrosos que resultan para niños y jóvenes.