Aunque se estima que al año se otorgan en México alrededor de 300 mil créditos para adquisición de vivienda nueva o usada, 6 de cada 10 trabajadores no tienen acceso a dichas herramientas, por lo que deben idearse esquemas para acercarlos al sistema financiero, así como para apoyar la autoproducción de casas, con asesoría de autoridades y expertos, señalan organizaciones especializadas en el tema.
Gregorio Sánchez Hernández, director corporativo y de negocios de la empresa Banco Inmobiliario Mexicano, señaló que a pesar de que organismos estatales como el Infonavit y el Fovissste han concedido cientos de miles de créditos hipotecarios, 60 por ciento de la población económicamente activa no tiene forma de acceder a es-tos beneficios.
Para cerrar esta brecha, consideró el especialista en un comunicado, se deben crear esquemas que incorporen a los trabajadores informales al sector financiero, para que de esa forma puedan hacerse de un inmueble a través de sistemas crediticios.
Un elemento más que dificulta la obtención de una vivienda para las familias de menores recursos, dijo, es el hecho de que los principales insumos de construcción, entre ellos el acero y el cemento, han registrado alzas hasta de 30 por ciento, lo cual encarece el costo final de las propiedades y reduce las posibilidades de compra de amplios sectores de la población.
Consultada sobre el tema, Silvia Emanuelli, coordinadora regional de la Coalición Internacional para el Hábitat, en su oficina para América Latina, recordó que según un informe conjunto de diversas organizaciones civiles –con datos de 2015– la cantidad de mexicanos que no podían acceder a créditos de vivienda alcanza hasta 76.2 por ciento de la población.
“Cuando la política nacional de vivienda se basa únicamente en los créditos y los subsidios, automáticamente está excluyendo a los más pobres. Quienes ganan menos de cinco salarios mínimos no tienen posibilidad de acceder al mercado con estos instrumentos”, subrayó la experta en entrevista.
Ante dicho escenario, es fundamental, indicó la especialista, que las autoridades ofrezcan otras opciones de acceso a la vivienda, incluido el modelo de “autoproducción asistida”, el cual ha comenzado a impulsar en esta administración la Comisión Nacional de Vivienda.
“No se trata de seguir enriqueciendo a las empresas inmobiliarias, sino de buscar otras fórmulas, como la autoproducción, que mueven las economías locales y tienen un derrame más territorial, con la asistencia técnica de alguien que te diga cómo hacerlo. Hay que respaldar estos modelos y permitir que otros grupos sociales accedan a la vivienda”, recalcó.