Ciudad de México. La Fiscalía General de la República (FGR) tomó en sus manos la investigación de la balacera ocurrida anoche en Matamoros, donde tres integrantes del Cártel del Golfo murieron a manos de efectivos del Ejército Mexicano, entre ellos el líder regional de esa organización delictiva, Ariel Treviño, El Tigre, quien era el jefe de sicarios y halcones.
Funcionarios estatales y federales informaron que los estudios periciales confirmaron que la identidad de uno de los cuerpos correspondía a Ariel Treviño, quien viajaba acompañado de un grupo de sicarios y murió durante un enfrentamiento con militares.
El Ministerio Público Federal, a través de su delegación en la entidad, tomó el mando de las investigaciones, ya que el Ejército Mexicano fue el primer respondiente a estos acontecimientos y en el enfrentamiento se utilizaron armas de fuego de uso exclusivo de las fuerzas armadas.
El gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, ratificó en su cuenta de Twitter la identidad del líder delictivo y aseguró que dispondrá "todos los recursos a su alcance y no escatimará esfuerzos en el combate a los grupos delictivos. No habrá tregua contra los violentos".
El reporte oficial refiere que “hubo una agresión a personal militar y de la Policía Estatal en la ciudad de Matamoros, la cual fue repelida con resultado de cuatro detenidos y tres muertos, todos ellos integrantes del denominado Cártel del Golfo, así como asegurado un vehículo con blindaje, cuatro armas largas, una de ellas calibre 50 y cargadores”.
Durante los hechos una persona civil murió. Dos personas resultaron lesionadas, las cuales ya fueron dadas de alta, indicó el Grupo de Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz en Tamaulipas.
De los más buscados
Ariel Treviño Peña y/o, Javier Enrique Hernández Gutiérrez y/o Francisco Hernández Martínez, alias El Tigre, se ubica como jefe de halcones, líder de la operativa Escorpiones del Cártel del Golfo, así como jefe de plaza para la zona de Nuevo Progreso. Estaba considerado como objetivo prioritario para la justicia de Tamaulipas y de Estados Unidos.
El Tigre estaba entre los más buscados, con recompensa por parte de la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas, y enlistado dentro de la campaña de Seguridad y Prosperidad que tienen el gobierno de Tamaulipas y siete agencias federales de Estados Unidos.
Ingresó al Cártel del Golfo (CDG) en Matamoros en 2010, como halcón, operando en diversos puntos de la ciudad, hasta que fue designado como jefe de halcones.
El Tigre fue cercano a José Alfredo Cárdenas Martínez (a) El Contador y fungía como jefe de plaza por parte del CDG en Nuevo Progreso, bajo las órdenes de José Alberto García Vilano, alias Kena 19, jefe regional de la organización criminal.
Comandaba al grupo de sicarios en Nuevo Progreso, autodenominados Espartanos. En la página oficial de la FGJE se ofrece una recompensa de dos millones de peso por su localización, con acuerdo específico: PGJE/202018.
La cuarta víctima del tiroteo no fue identificada oficialmente, pero versiones sin confirmar indicaron que se trata de Sonia Grimaldo, lideresa de trabajadores municipales en Ciudad Victoria, quien llegó a la localidad fronteriza a un encuentro de trabajo. La dirigente se desplazaba por la avenida Pedro Cárdenas Sur cuando resultó impactada por una bala, de acuerdo con informes extraoficiales.
Reportes iniciales señalaron que personal militar y de la policía estatal realizaba labores de patrullaje en la ciudad de Matamoros cuando ubicaron varios vehículos sospechosos, a los cuales marcaron el alto. En vez de ello, los tripulantes emprendieron la huida y realizaron detonaciones contra los elementos de seguridad.
Inició una persecución por varias calles de la ciudad, para evitar la llegada de refuerzos de las corporaciones de seguridad. Integrantes del grupo delictivo lanzaran ponchallantas y bloquearan 15 puntos distintos, incluyendo los accesos a carreteras que conectan a Matamoros con Nuevo Progreso y Valle Hermoso, así como quema de tres vehículos.
Los bloqueos fueron con vehículos pesados y automóviles, los cuales fueron desactivados a la brevedad para que la vialidad quedara restablecida.
Varios de los agresores huyeron a pie y se perdieron al entrar a sitios públicos de la zona centro de la ciudad.