Brasilia. Un total de 34 mil 918 niños y jóvenes fueron asesinados en Brasil de 2016 a 2020, un promedio de 7 mil por año, reveló un inédito estudio divulgado ayer por el Fórum Brasileño de Seguridad Pública y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), que señala que los pequeños de raza negra son la mayoría de las víctimas en todos los grupos de edad.
Unicef alertó también del aumento de los secuestros de niños y mujeres en Haití, más de 100 en lo que va de año.
A medida que la edad avanza, la prevalencia del grupo se intensifica. De entre los jóvenes de 15 a 19 años, víctimas de la violencia, 90 por ciento era del género masculino, y 80, negro.
La pesquisa precisa que en casi 90 por ciento de los casos de muertes violentas de menores de cero a cuatro años, el autor es alguien conocido por la víctima.
“Es aterrador. Muy pocos países del mundo tienen más de 7 mil muertes infantiles al año. Es un volumen muy alto”, afirmó Danilo Moura, oficial de seguimiento y evaluación de la Unicef en Brasil.
Alertó que América Latina tiene 8 por ciento de la población mundial y casi la mitad de los homicidios de niños, la mayoría de los cuales se cometen en Brasil.
Las muertes violentas intencionales o asesinatos incluyen los siguientes delitos: homicidio intencional, feminicidio, robo, lesiones físicas seguidas de muerte y muertes resultantes de la intervención policial (en servicio o fuera de servicio).
Brasil registró 50 mil muertes violentas en 2020, un aumento de 5 por ciento en plena pandemia de Covid-19, tras dos años de descenso, según el Anuario de la Seguridad Pública.
En 2017, según la Policía Federal, el Sistema Nacional de Armas contabilizó 637 mil 972 registros de artefactos bélicos activos. A finales de 2020, el guarismo se elevó a un millón 279 mil 491, una escalada de más de 100 por ciento.
Flexibilizar el uso y la compra de armas fue una de las principales promesas de campaña del presidente Jair Bolsonaro en 2018 y una de las causas que defiende durante sus más de mil días de mandato.
En ese periodo, el ex militar firmó más de 30 decretos y leyes para flexibilizar el acceso a los artilugios de guerra, algunos obstaculizados por el Congreso.
Unicef alertó también del aumento de los secuestros de niños (30) y mujeres (71) en Haití, más de 100 en lo que va de año, que se enmarcan en una crisis de seguridad que azota al país, sumido en una espiral de violencia. La mayoría de los secuestros ejecutados por bandas criminales tienen lugar en la capital, Puerto Príncipe, y la gran mayoría de las víctimas son haitianos.