Pekín. China pidió ayer al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, actuar con “prudencia” tras sus declaraciones sobre la defensa militar de Taiwán en caso de que fuera invadida por Pekín.
Washington aclaró que su política hacia Taipéi “no ha cambiado” tras su promesa de defender la isla.
Interrogado el jueves sobre la posibilidad de una intervención militar estadunidense para socorrer a Taiwán, Biden respondió de manera afirmativa. “Sí, estamos comprometidos a ello”, declaró a la cadena CNN en un encuentro con sus electores en Baltimore.
Los comentarios de Biden van a contracorriente de la antigua política estadunidense de “ambigüedad estratégica”, por la cual Estados Unidos ayudaba a Taiwán a construir su defensa, pero sin comprometerse a salir en respaldo de la isla.
En la actualidad, Taiwán goza de un sistema político democrático. Este territorio insular está dirigido desde 1945 por un régimen que se instaló tras la victoria de los comunistas en China continental en 1949, después de la guerra civil del país asiático.
La República Popular China, con sede en Pekín y dirigida por el Partido Comunista, considera la isla como una pequeña parte de su territorio. Sin embargo, las autoridades chinas amenazan con usar la fuerza en caso de que Taipéi declare formalmente su independencia.
Interpelado ayer sobre las declaraciones de Biden, Pekín pidió al presidente estadunidense “no interferir” en sus “asuntos internos”.
“Sobre las cuestiones relacionadas con sus intereses fundamentales, como su soberanía y su integridad territorial, China no deja lugar para el compromiso”, dijo ante la prensa Wang Wenbin, portavoz de la cancillería china.
“Instamos a la parte estadunidense (...) a actuar con prudencia sobre el tema de Taiwán y a abstenerse de enviar señales equivocadas a los activistas independentistas taiwaneses para no dañar seriamente las relaciones chino-estadunidenses”, prosiguió el vocero.
En agosto, Biden hizo una promesa similar cuando declaró que Estados Unidos asumió el “sagrado compromiso” de defender a los aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Canadá y Europa, y “es lo mismo con Japón, con Corea del Sur, con Taiwán”.
A raíz de las afirmaciones de Biden del jueves, la Casa Blanca aseguró a la prensa que su política hacia Taiwán “no ha cambiado”.
Cuando se le preguntó si Estados Unidos podría hacer frente al desarrollo de programas militares en China, Biden también contestó afirmativamente.
“China, Rusia y el resto del mundo saben que disponemos de la capacidad militar más poderosa del planeta”, aseveró el mandatario, aunque reiteró su deseo de no participar en una nueva guerra fría con China.
En tanto, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, afirmó que el Pentágono continuará con su apoyo a Taiwán, pero eludió hablar de “compromiso” militar, como dejó entrever Biden.
“Como hemos hecho a lo largo de múltiples administraciones, seguiremos ayudando a Taiwán con las competencias que necesite para defenderse”, declaró Austin en la sede de la OTAN, en Bruselas.
“Por ello, seguiremos concentrados en esas cosas. Y no me pronunciaré sobre ninguna hipótesis con respecto a Taiwán”, declaró a los periodistas. “Creo que lo que ahora es importante es rebajar tensiones en la zona. Si empezara a especular, creo que de hecho contribuiría a lo contrario”, señaló Austin.
