Bruselas. La Unión Europea (UE) no financiará alambradas ni muros para contener el ingreso de inmigrantes, adelantó ayer la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, con lo que concluyó una discusión que se arrastra en el bloque, a pesar de que al menos una decena de países así lo pidieron en la cumbre de líderes en Bruselas.
Al inicio de la cumbre, los líderes europeos ovacionaron de pie a la canciller federal alemana, Angela Merkel, en su reunión número 107, y la última, tras 16 años en el poder.
“Se discutió (...) se habló de infraestructuras físicas, pero fui muy clara respecto a que no habrá financiación de alambradas ni de muros”, zanjó la jefa del Ejecutivo comunitario en una rueda de prensa al término del Consejo Europeo, que dedicó cerca de cinco horas a discutir sobre temas migratorios.
El debate sirvió para constatar que persisten las diferencias entre los países de primera línea de entrada, que reclaman mayor solidaridad de sus socios en la acogida de migrantes y más recursos, y aquellos que rechazan esa responsabilidad, como Hungría o Polonia, o los que temen los movimientos secundarios y presionan por una vigilancia más severa en la frontera exterior, como Alemania o Países Bajos.
En este contexto, al menos una decena de países, entre los que están Grecia, Hungría, Polonia y Lituania, intentaron sin éxito que el texto de conclusiones consensuado entre los líderes recogiera un compromiso específico sobre la posibilidad de financiar a cargo de las arcas comunitarias la instalación de barreras físicas.
Los jefes de Estado y de Gobierno asumieron que es necesario destinar más recursos al control migratorio, pero apuntaron a otras medidas como destino de los fondos, por ejemplo, acciones para contener el flujo en las rutas o con medidas para reforzar la cooperación con los países de origen y tránsito. Frente a la reciente presión migratoria desde Bielorrusia, Lituania y otros países de la región, como Polonia, han endurecido el control de la frontera llevando incluso a incidentes graves con migrantes y acusaciones de devoluciones en caliente.
La jornada inaugural de la cumbre de líderes europeos comenzó bajo la sombra de la dramática agudización en la crisis de las relaciones entre la Comisión Europea y Polonia, por el rechazo de este país a admitir la supremacía plena del derecho europeo sobre la legislación nacional.
Calurosa despedida a Merkel
Al inicio de la cumbre, los líderes de la UE despidieron del escenario europeo a la líder alemana Angela Merkel.
La canciller, quien participó en Bruselas en su cumbre europea número 107, recibió una cerrada ovación de pie de los otros líderes, quienes destacaron su influencia continental en los 16 años en el poder.
En la breve ceremonia de despedida, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, aseguró que las cumbres de la UE “sin Angela son como Roma sin el Vaticano o París sin la torre Eiffel”, señaló una fuente europea. Según el mismo informante, Michel mencionó que “su despedida de la escena europea nos toca políticamente, pero también nos llena de emoción. Usted es un monumento”.