La artista y galerista Montserrat Pecanins falleció el jueves pasado a los 92 años en la Ciudad de México.
Hace un par de semanas, durante la inauguración en el Seminario de Cultura Mexicana de la muestra Limulus, el fósil viviente, del pintor y escultor Brian Nissen, su pareja, convivió con amigos e incluso jugó carreras de andaderas, compartieron la galerista Lourdes Sosa y el artista plástico Arnaldo Coen.
“¡Qué pena, era muy querida; la distinguía su humor e inteligencia”, comentaron a La Jornada, y refirieron que la promotora cultural de origen catalán había salido a cenar con unos amigos unas noches atrás y a partir de ahí se sintió mal.
“Antenoche (el miércoles), Brian la llevó al médico, y como a las tres de la mañana le llamó Montse para decirle que ya estaba muy mal. Se despidieron y murió”, agregaron.
Las exequias se realizaron ayer en la casa de Montserrat Pecanins, en la colonia Condesa, en cumplimiento de su voluntad.
Por otro lado, el Museo de Arte Moderno realizará un conversatorio virtual para recordar a la galerista, cuya fecha se acordará con la familia.
Las condolencias y muestras de afecto fueron múltiples en redes sociales, tanto de artistas como de órganos públicos, entre ellos el escritor Alberto Ruy Sánchez, el arquitecto Felipe Leal y el escritor Guillermo Sheridan, así como la Red de Museos del Inbal, la Fonoteca Nacional, el Fondo de Cultura Económica y el Museo Universitario de Arte Contemporáneo, de la Universidad Nacional Autónoma de México, que resguarda el archivo de la galería Pecanins desde 2013.
La titular de la Secretaría de Cultura federal, Alejandra Frausto, escribió en su cuenta de Twitter: “Enorme tristeza por la pérdida de la querida Montserrat Pecanins. Se rencuentran las hermanas (Teresa, Ana María y ella): grandes artistas, de un talento, luz y simpatía inigualables”.
Nacida en 1929 en Barcelona, si algo la distinguió fueron su alegría, risa y espíritu rebelde permanentes, características que mantuvo en su largo e importante quehacer de galerista, pero también como artista, una faceta poco conocida.
Junto con sus hermanas, las gemelas Teresa y Ana María Pecanins –fallecidas el 14 de agosto y el 8 de diciembre de 2009, respectivamente–, fundó en 1964 en la Ciudad de México la galería Pecanins, la cual, en sus 45 años de existencia, abrió las puertas a ideas y propuestas nuevas, exhibió la obra de artistas latinoamericanos y tendió un puente entre Cataluña y México.
Ese espacio fue la sede del Salón Independiente, desde donde se impulsó y expuso la obra de los artistas que lo integraban. Ahí se hicieron happenings, las primeras propuestas de videoarte, exposiciones callejeras, instalaciones, libros de artista y comida de colores, con lo que se contribuyó a la proyección de varias generaciones de artistas.
Montserrat Pecanins sostenía que todo lo que hacía era para demostrar que “en este mundo traidor nada es verdad ni es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”. De allí que su trabajo artístico, decía, estuviera regido por la alegría.
Su creatividad se enfocó en la elaboración de cajas; en 2013 expuso en el Museo de Arte Popular con el título Teatrines y bataclanas, una selección de 33 de esas piezas, elaboradas a lo largo de tres décadas. En dichas obras rindió homenaje a escritoras como Margo Glantz, Laura Restrepo y Laura Esquivel.
“Cuando las cosas se hacen por amor, salen bien. Nunca pensé hacer negocio ni en el dinero, porque de eso no entiendo nada. Con esta vida tan tremenda que hay ahora, que siempre en las noticias todo es desgracia, poder ver una cosa bonita que te haga sonreír, no digamos reír, es como un milagro”, dijo la creadora a La Jornada en aquella ocasión.