Hay que tratar con respeto y tomar con más profundidad las palabras que nos han dejado nuestros antepasados, indica el indígena mazateco Sergio Sigfrido Nieto Fuentes, quien a lo largo de sus casi 70 años ha alternado sus trabajos de campesino y carpintero.
“Yo y quienes piensan como yo tenemos hambre de conocimiento”, afirma, y aclara que por eso adoptó los nombres artísticos Tlacuache Hambriento y Carrizo Trueno.
Nieto Fuentes, originario de Eloxochitlán de Flores Magón, en la sierra oaxaqueña, es autodidacta en dibujo, pintura, escritura, dramaturgia y música. Resultó ganador de la primera edición del premio de cómic, historieta y novela gráfica en idiomas originarios convocado por el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali), en la categoría de historieta, cuya ceremonia de entrega se realizó ayer en la ciudad de Puebla.
La obra galardonada lleva por título Chikón Nindóo, en mazateco, que significa El dueño de la montaña; en ella convergen la imagen y la palabra para contar una antigua leyenda de aquella cultura originaria sobre la importancia de respetar y preservar el entorno donde uno vive.
“En la sierra mazateca existe gran diversidad de historias y leyendas. Conozco la historia oral porque tuve oportunidad, cuando era pequeño, de platicar con mis ancestros. Por ejemplo, conocí a mi bisabuelo, Maximiano Avendaño, abuelo de mi mamá, quien nació en 1888”, cuenta Sergio Nieto.
“Tuve un contacto muy estrecho con él cuando yo era niño; me contaba historias en las horas de la comida. Aparte de eso, en la comunidad se narran muchas leyendas, mitos, historias o cuentos. Siempre he estado pendiente de todo eso desde mi niñez hasta ahora. Cuando me hice adulto comencé a recopilarlos.”
De la historieta o cómic, considera que “es una forma muy eficaz y bonita, como la música, para transmitir los conocimientos y la sabiduría de los pueblos, porque se vale de los lenguajes que llegan al otro de forma directa”.
En la primera edición de la convocatoria del Inali participaron 39 obras, realizadas por 25 hombres y 14 mujeres, en su mayoría de entre 18 y 24 años, de 14 estados. Se recibieron trabajos en 13 lenguas indígenas.