La compositora Marcela Rodríguez regresa con varios estrenos mundiales. Cumplió 70 años el pasado 18 de abril.
Dejó salir una faceta que tenía oculta, la de dibujante, que cultiva desde hace más de tres décadas. El 24 de septiembre inauguró una exposición de sus trabajos en ese ámbito, El vientre de la ballena, en la galería Gaga (Ámsterdam 123 B, colonia Hipódromo Condesa).
La muestra, que constó de cerca de 300 de sus dibujos a lápiz y/o tinta en diversos formatos, fue clausurada ayer con un performance musical, aunque la exhibición se mantendrá hasta mañana.
En cuanto a su faceta musical, este fin de semana hará el estreno mundial de tres obras. El primero será el de Dhamma, palabra árabe que quiere decir “después del dolor, el reposo”, el sábado a las 18 horas en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, con el ensamble Duplum.
Los dos siguientes serán el domingo: como parte del concierto de clausura del 43 Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez, la Orquesta de Cámara de Bellas Artes interpretará a las 12 horas, en la sala principal del Palacio de Bellas Artes, su obra Hacia el abismo, la cual escribió durante la pandemia y tiene que ver “con ese vértigo producido por la actual situación del mundo: el calentamiento global, el cambio climático, la corrupción, la violencia, la falta de escrúpulos y el amor por el dinero”.
Ese día, a las 18 horas y en la sala Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes, el ensamble Tambuco estrenará Divertimento, para cuatro marimbas.
En tanto, el miércoles 27 será el estreno de Ecos de la gran Tenochtitlan, con la compañía de ópera portátil para niños que encabeza su hija, la soprano Catalina Pereda.