Ciudad de México. El Museo Nacional de Arte (Munal) presenta la exposición Esto no me pertenece, de Dexter Dalwood (Reino Unido, 1960), la cual reúne ocho obras del artista en diálogo con siete piezas de la colección del recinto.
En entrevista con La Jornada, Héctor Palhares, curador de la exposición, explicó que “la intención del artista es enmarcar los momentos más emblemáticos de la historia de México sin una ideología o una postura política determinadas, sino tender puentes para que los diferentes públicos puedan reflexionar sobre su devenir histórico”.
El artista, añadió el curador, “tiene una trayectoria muy consagrada en, como él lo llama, pintar historias. A través determinadas coordenadas históricas abre una ventana con el fin de mirarnos en momentos emblemáticos”.
A lo largo de su carrera ha establecido un enfoque propio de hechos interiorizados por la cultura popular; en esta ocasión, también en la memoria compartida para la conformación de una nación.
Con esta exposición, Dalwood se une a la corriente de artistas extranjeros que han plasmado la historia de México, como Eugenio Landesio, en el siglo XIX, o Francis Alÿs y Melanie Smith, en el XX.
Para Dalwood, detalló Palhares, “ha resultado ser una experiencia profundamente enriquecedora; me acerqué al muralismo, la última escuela que luchó por representar la historia mediante la pintura y, por ende, a la construcción de la identidad e imaginario mexicanos”.
Entre las obras relevantes de la exhibición está 1810, “en la cual aparece Hidalgo con el estandarte de la Virgen de Guadalupe que se ve por detrás. Debajo se representa el infinito, las series numéricas de uno, cero y ocho. El pintor relaciona la imagen guadalupana como elemento de unión, de mosaico cultural que da carácter a la ‘mexicanidad’”, describió el curador.
Asimismo, el artista solicitó un espacio para intervenir con carboncillo un muro blanco dentro de las salas Coppedè del recinto, allí refleja el pasado indígena con la herencia española por medio de símbolos de tradición prehispánica como glifos, códices mesoamericanos y estilizaciones geométricas inspiradas en la zona arqueológica de Teotihuacan; la obra se llamó 1519. Este hecho es “inédito” en el museo, continuó el coordinador de la curaduría.
Monroy, Goitia y Rivera
“Es importante señalar que inicialmente el curador era Víctor Rodríguez Rangel, fallecido el año pasado. Él juntó la obra de Dexter con las pinturas de José María Velasco de finales del siglo XIX, donde convergen las propuestas artísticas en la construcción del paisaje nacional.
“Posteriormente, con ajustes y pláticas con el artista, se decidió colocar Alegoría de la patria de Petronilo Monroy, de la Academia San Carlos, obra que ha sido muy divulgada en libros de texto, donde una mujer o una “matria”, como la llamaba Luis González y González, lleva las tablas con el nombre de la Constitución de 1857.
“Francisco Goitia, pintor zacatecano, también participa con un cuadro estremecedor, Paisaje con ahorcados, testimonio de la gesta revolucionaria contra el régimen de Díaz, y Diego Rivera con Paisaje zapatista, obra cubista, de vanguardia y con todos los guiños de la revolución agraria; quizás ésta es la más importante de la colección de arte moderno del Munal; fue realizada en 1915, en París”, añadió.
El curador añadió que se incluyen trabajos de sucesos de la época contemporánea, como el movimiento estudiantil del 2 de octubre, denominado 1968, en el cual hace un juego de líneas en rojo, azul y amarillo como metáfora de opresión.
Y otras dos, fuertes en su contenido y aparentemente sencillas en su composición: una donde se ve al subcomandante Marcos con el ejército zapatista y otra que alude a los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, llamada Reloj sin tiempo.
Para Dexter, esto no nos pertenece “es decir: ‘la historia de México no es mía, soy británico’. Mi camino y motivo cultural es otro, pero en la exposición hubo una suerte de binomio, de encuentro, de calidez.
“La participación de Dexter Dalwood da cuenta de cómo una mirada extranjera puede abrazar un tema nacional de forma fresca, abierta, sugerente y reflexiva. Me atrevería a decir que nos ofrece, desde un bastión extranjero, una oportunidad de reconciliación. Las grandes reflexiones que el público tendrá será mirarnos sin este universo maniqueo, es decir, de los buenos y los malos en nuestra historia. Finalmente, el México de hoy es resultado de muchas culturas y razas, de muchas lenguas y voces”, concluyó Héctor Palhares.
En el contexto de las conmemoraciones por los 500 años de resistencia indígena. 1521, toma de México-Tenochtitlan, y los 200 años de la consumación de la Independencia, la muestra Esto no me pertenece podrá visitarse en el Munal (Tacuba 8, Centro Histórico) de martes a domingo de 11 a 17 horas. Concluye el 30 de enero de 2022.