París. Las aventuras de los valerosos galos Astérix y Obélix regresan con su 39 álbum de la serie de cómic, Astérix tras las huellas del grifo, traducido a 17 lenguas y con una tirada inicial de cinco millones de ejemplares.
Este nuevo tomo de la serie comienza con un sueño premonitorio del druida Panoramix en el cual ve que un peligro acecha al chamán de los sármatas, un pueblo que habitaba el este de Europa a la época del Imperio romano.
Sabemos poco de este pueblo nómada, que existió realmente. Pero la historia del cómic permite imaginar una sociedad donde los roles de género están invertidos: los hombres se quedan en casa (una yurta, en este caso) y las mujeres van a la guerra. “Hubo reinas sármatas, las mujeres guerreaban, pero imagino que junto a los hombres”, explicó Jean-Yves Ferri, el guionista de esta nueva entrega.
Tras la retirada de los padres de Astérix, René Goscinny y Alberto Uderzo, el dibujante Didier Conrad y el guionista Ferri les tomaron el relevo. Y mantuvieron un hilo conductor: no tomárselo muy en serio.
“Es un cómic de humor, Astérix se creó para hacer reír”, indicó Ferri durante un conversación con Afp.
Entre los habituales cameos de la saga, un geógrafo romano con los rasgos del escritor francés Michel Houellebecq conducirá a las legiones de Julio César a las frías tierras de los sármatas. Un viaje con el propósito de encontrar al mítico grifo, mitad águila, mitad león.
El álbum anterior de Conrad y Ferri, La hija de Vercingetórix (publicado en 2019), dividió a la crítica por la representación del personaje femenino protagonista, que algunos consideran cargado de clichés sexistas.