El adoctrinamiento de cuadros del PAN por parte de Vox y otros partidos de ultraderecha europeos generó posiciones encontradas en Acción Nacional. Mientras el ex dirigente nacional Luis Felipe Bravo Mena ratificó que el blanquiazul no tiene ninguna vinculación oficial con la agrupación que encabeza Santiago Abascal, la ex senadora Adriana Dávila criticó la asistencia a ese tipo de actividades.
Esto habla de la falta de rumbo y el desdibujamiento del partido, de que cada quien hace lo que quiere y no hay quién dirija. Si el PAN tuviera una dirección firme, solida, con rumbo, esto no estaría pasando, añadió la ex aspirante a la presidencia partidista.
Dávila expuso que Acción Nacional debe dar una respuesta puntual sobre lo que hacen sus legisladores, pues si bien es cierto que ellos son representantes de la ciudadanía, también lo es que la fuerza política debe responder, y si hay una falta interna, tendría que sancionarse.
La también ex candidata a la gubernatura de Tlaxcala señaló que los extremos de izquierda y derecha son peligrosos. Combatir al presidente Andrés Manuel López Obrador desde otro extremo no es necesariamente una solución.
Si en Acción Nacional “tuviéramos claridad de objetivos y de los que somos como partido”, no tendrían por qué irse a adoctrinar a otro país, añadió la también ex diputada, quien lamentó que sus correligionarios no hayan aprendido de las múltiples críticas que recibieron por el encuentro de un grupo de senadores con Abascal.
El ex dirigente Bravo Mena puntualizó que su partido ya se ha deslindado de Vox y que no hay ninguna similitud ni vinculación oficial con esa organización. La filosofía del partido es claramente diferente, anotó.