Entre 2015 y 2020 se vendieron más de un millón y medio de vehículos de baja seguridad en México. La crisis de semiconductores en la industria automotriz nacional no es una excusa, en absoluto, para no mejorar la seguridad en las unidades, estimaron El Poder del Consumidor y el Programa de Evaluación de Vehículos Nuevos para América Latina y el Caribe (Latin NCAP).
Si se considera que la industria automotriz en México registró la venta al público de 8.2 millones de vehículos durante 2015 y 2020, alrededor de 18.3 por ciento de esos autos pudieron no haber cubierto las exigencias de seguridad, según la “estimación conservadora” de las instituciones.
A partir de un análisis realizado por El Poder del Consumidor, en conjunto con Latin NCAP, en el que se retomó la información sobre la venta de vehículos ligeros del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi), del subconjunto del top 30 de ventas se identificó que 1.5 millones de automóviles fueron calificados con cero y una estrellas en su evaluación de desempeño de seguridad en Latin NCAP, y que, de acuerdo con su pobre resultado en protección tanto para ocupantes adultos como infantiles, representan, actualmente, un riesgo elevado para la población.
“Estas estimaciones son conservadoras, pues resultan del subconjunto del top 30 de ventas que pudieran no estar cubriendo la calidad de seguridad, ya que no se puede descartar que los autos que están fuera de esta lista no cumplan con los estándares de seguridad”, describió Stephan Brodziak, coordinador de la campaña de seguridad vehicular de El Poder del Consumidor.
En el contexto de la presentación de la campaña ¿Qué tan seguro es tu auto?, cuyo objetivo es exponer el alto riesgo para la ciudadanía, Brodziak comentó que de las marcas más vendidas durante el periodo de estudio encontraron que el Versa de Nissan vendió cerca de 500 mil unidades con cero y una estrellas; del modelo March fueron 208 mil 849 vehículos, y el Tsuru, 121 mil 665; el Spark o Beat de la Chevrolet puso en circulación 343 mil 142 unidades que no cumplieron con los estándares de seguridad, entre los más destacados.
Alejandro Furas, secretario general de Latin NCAP, advirtió que sin la coexistencia de una norma robusta en la materia e información adecuada al consumidor, el problema no se va a solucionar.
“México no ha logrado avanzar en ninguna de estas cosas, ni siquiera se ha asomado. Las normas son responsabilidades del gobierno, toda vez que vemos que las autoridades, como la Procuraduría Federal del Consumidor, son más proindustria que defender a la sociedad civil”, sentenció Furas.
La crisis de los semiconductores no debería ser un problema para el elemento de seguridad en los vehículos nuevos que se comercializan, añadió, “esos elementos no están influenciados por los semiconductores o la crisis que hay”, que sí va a afectar a vehículos con frenado autónomo de emergencia.