París. La recuperación tras la pandemia, impulsada por combustibles fósiles, tendrá como consecuencias el agravamiento de la inseguridad alimentaria y la crisis climática y sanitaria que amenazan a millones de personas, según un estudio publicado el jueves.
El informe The Lancet Countdown, de la revista médica The Lancet, es el mayor estudio anual de los impactos del cambio climático en la salud.
Determinó que hasta 19 por ciento de la masa terrestre fue afectada por sequías extremas en 2020 y advirtió que el cambio climático amenaza la seguridad alimentaria, que ya afecta a más de dos mil millones de personas.
Además, las poblaciones de 134 países están en mayor peligro de incendios forestales que en cualquier otro momento de la historia, y millones de agricultores y trabajadores de construcción pierden ingresos por el creciente número de días de calor extremo.
El cambio climático también crea condiciones más propicias para enfermedades infecciosas como el dengue, el zika, la cólera y la malaria que hace algunas décadas, señala el estudio.
El informe indica que las interrupciones en el ciclo del agua debido al calentamiento global acortan el tiempo en que las plantas alcanzan la madurez, lo que resulta en cosechas menores y una mayor presión sobre la producción alimentaria.
Además, los alimentos marinos, de los que dependen tres mil 300 millones de personas, enfrentan una "creciente amenaza" por el aumento en la temperatura marítima de casi 70 por ciento comparada con la de hace 15 años.
El informe advierte también que casi tres cuartas partes de los países evaluados reconocieron no poder hacerle frente a una estrategia nacional de salud combinada con una estrategia climática.