Bogotá. Rodrigo Granda, ex comandante de la desarticulada guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), fue deportado esta madrugada de México a Colombia.
Poco antes, dirigentes del partido Comunes, fundado con miembros del desactivado grupo armado tras la firma de los acuerdos de paz de 2016, denunciaron que Granda fue detenido en la Ciudad de México a pedido de la Interpol.
El ex guerrillero confirmó a Semana que sería embarcado para Colombia “en el vuelo AV 197 que sale de México a la 1:35 de la mañana” de hoy.
El ministro colombiano de Defensa, Diego Molano, explicó que la Interpol, a petición de Paraguay, requirió a Granda y activó una orden de detención en su contra por el secuestro y asesinato de Cecilia Cubas, hija del ex presidente paraguayo Raúl Cubas, en 2004.
Granda, de 72 años, declaró a la revista que no fue requerido por la Interpol y que los señalamientos en su contra por el caso de Cecilia Cubas “son un montaje”.
Al cierre de esta edición, Semana señaló que se desconocían las razones por las cuales las autoridades de México no permitieron el ingreso de Granda a su territorio.
Carlos Antonio Lozada y Pablo Catatumbo, congresistas del partido Comunes, publicaron antes en Twitter que Granda, quien fue parte del equipo que negoció el histórico acuerdo de paz de 2016, fue detenido a petición del gobierno del presidente Iván Duque mientras volaba hacia México, a pesar de que salió de Colombia con autorización de la Jurisdicción Especial de Paz (JEP).
El máximo ex comandante de las FARC y líder de Comunes, Rodrigo Londoño, también conocido como Timochenko, tuiteó: “llamo a la comunidad internacional, particularmente a los países garantes, para que se respete la integridad y la libertad de Rodrigo Granda”. El partido acusó en la misma red social a Duque de seguir “atacando el proceso de paz”.
Integrantes de la Comisión de Seguimiento y Verificación del Acuerdo de Paz, donde integrantes de Comunes hacen presencia, rechazaron lo ocurrido.
Granda, quien era conocido en filas de la guerrilla con los alias de “el canciller de las FARC” y Ricardo Téllez, fras la firma de la paz en noviembre de 2016, se desmovilizó y se acogió a la JEP, como parte del Caso 01 sobre la toma de rehenes del entonces grupo insurgente.