Madrid. Después de la histórica declaración del líder de la izquierda nacionalista vasca, Arnaldo Otegi, respecto de que “nunca debió haberse producido” la estela de dolor provocada por los atentados de ETA, el dirigente instó al ex presidente de gobierno español, el socialista Felipe González, a reconocer que él fue quien “organizó los GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación)”.
Estos grupos fueron financiados por el Estado español durante las décadas de los 70 y 80 para desarrollar una política de guerra sucia contra los militantes de ETA. Se les atribuyen 27 muertos, 10 de los cuales nada tenían que ver con el grupo armado, además de secuestros, torturas y desapariciones forzadas.
El País Vasco y el resto de España conmemoran por estos días 10 años de que ETA declaró el final de la lucha armada, tras lo cual dio inicio el proceso de pacificación definitivo en el histórico conflicto. Así concluyeron cinco décadas de lucha clandestina, en la que el grupo armado perpetró decenas de atentados con saldo de 850 muertos y más de 2 mil 500 heridos.
Otegi, máximo representante de la izquierda abertzale (nacionalista), considerada “brazo político de ETA”, por primera vez se desmarcó de la violencia del grupo armado y lamentó el dolor provocado a las víctimas y sus familiares.
“Queremos trasladarles nuestro pesar y dolor por el sufrimiento padecido. Sentimos su dolor y, desde este sentimiento sincero, afirmamos que el mismo nunca debió haberse producido y que a nadie puede satisfacer que todo aquello sucediera, ni que se hubiera prolongado tanto en el tiempo”, declaró el lunes.
Un día después de esta histórica declaración, Otegi llamó a los demás involucrados en el conflicto, sobre todo al ex presidente de gobierno Felipe González, en el poder entre 1983 y 1995, precisamente el periodo en el que se registraron los hechos más sangrientos y numerosos del terrorismo de Estado contra militantes de ETA.
El líder independentista afirmó que sería un “importante paso cualitativo para la convivencia que otros hicieran declaraciones respecto del 18 de octubre, producto de la autocrítica, no para pedirles cuentas o sufrir persecuciones penales”, sino para poder coexistir.
Y afirmó: “qué importante sería, por ejemplo, que Felipe González admitiera: ‘yo organicé los GAL’. No como un reproche, sino para que cada uno asuma lo que hizo. Nosotros no tenemos ningún problema en reconocer lo que hemos hecho. Queremos saber si ellos están dispuestos a hacerlo. Qué gran aportación sería que alguien dijera, como nosotros el lunes, que en este país nadie debió haber sido torturado, ni desaparecido, ni perseguido”.
A pesar de que antier, parte del gobierno español y del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) celebraron las palabras de Otegi, este martes la vocera de Pedro Sánchez, Isabel Rodríguez, aseguró que son palabras todavía “insuficientes y que “deberían pedir perdón; los gestos están bien, pero deben ir mucho más allá”.
En tanto, en el Senado, el derechista Partido Popular maniobra para impulsar una declaración institucional de condena expresa a ETA, con motivo del décimo aniversario, sobre todo para intentar que la actual plataforma abertzale EH-Bildu no se sume y la politice. El PSOE anunció que se retiraba de las negociaciones, precisamente por este intento de manipulación de la derecha en un tema tan sensible, con lo que la moción no saldrá adelante, al requerir unanimidad.