México es el quinto país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con el sistema tributario menos competitivo, de acuerdo con un análisis elaborado por la Tax Foundation, el cual califica al alza al país debido a sus prácticamente inexistentes gravámenes a la propiedad, pero le hunde debido al peso que tienen los impuestos empresariales en la estructura de ingresos del país.
Datos analizados de 2019 muestran que 36.4 por ciento de los ingresos en México provinieron de los gravámenes al consumo —los cuales son considerados por organismos internacionales y otras asociaciones no gubernamentales como los más regresivos, por recaudar más entre la gente de menos ingresos—; Chile es el país que más percibió por este tipo de impuesto, que representó 53.1 por ciento de sus contribuciones públicas.
La segunda mayor fuente de ingreso en México fue el impuesto sobre la renta (ISR) a corporativos, con una proporción de 21.3 por ciento de su recaudación. Casi a la par se encuentra el ISR a personas físicas, el cual representó 21.2 por ciento; mientras la seguridad social alcanzó 13.4 por ciento —casi la mitad que en el promedio de la OCDE—; otras contribuciones fueron el 5.7 por ciento y los impuestos al patrimonio ocuparon el 2 por ciento, casi un tercio que la media en los países evaluados.
El análisis de la organización destaca que prácticamente el 80.9 por ciento de la recaudación en México provino del gobierno central, mientras la proporción de ingresos a cargo de las administraciones locales es la más baja de la OCDE, con 1.6 por ciento.
Esto mientras en el promedio de la OCDE los impuestos al consumo fueron la mayor fuente de ingresos fiscales con un 32.3 por ciento; siguieron las contribuciones al seguro social, que generan un 25.7 por ciento; el ISR a personas físicas con 24 por ciento, el ISR a empresas con 9.6 por ciento y los impuestos a la propiedad con 5.6 por ciento.
El Índice de Competitividad Fiscal Internacional 2021, elaborado por la Tax Foundation, mide el grado en que los sistemas tributarios de los países de la OCDE promueven la competitividad a través de cargas tributarias bajas sobre la inversión empresarial y la neutralidad a través de un código tributario bien estructurado.
De acuerdo con él, México es el quinto país con el sistema fiscal menos competitivo, sólo superado por Portugal, Francia, Polonia e Italia.