Más de una docena de federaciones europeas contemplan el recurso más drástico en la lucha por impedir que el Mundial se celebre cada dos años: renunciar a la FIFA, de acuerdo con dos personas informadas de las conversaciones.
Gianni Infantino expuso ayer los planes para aumentar la frecuencia de la Copa del Mundo durante una llamada privada con varios líderes de las 55 federaciones europeas que se resisten a la transformación del calendario del futbol global.
Detrás de los telones, la UEFA ha escuchado las advertencias de más de una docena de países que sopesan informar a la FIFA sobre sus intenciones de dejar el organismo, dijeron a The Associated Press algunas personas enteradas de la situación.
Esas fuentes hablaron a condición de permanecer anónimas para revelar el contenido de conversaciones confidenciales.
Una amenaza de abandonar la FIFA confirmaría las opciones a las que hicieron referencia las federaciones nórdicas la semana pasada, cuando esas seis naciones criticaron el plan.
Actos y escenarios
“Si una mayoría decide adoptar la propuesta de la Copa bienal, las federaciones nórdicas tendrían que considerar los actos y escenarios que resulten más cercanos a nuestros valores fundamentales, en comparación con lo que defiende la propuesta actual de la FIFA”, indica el comunicado conjunto de Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia, Islandia y las Islas Faroe.
Infantino trabaja actualmente con Arsene Wenger, ex técnico del Arsenal, para reunir apoyo hacia el Mundial bienal. El líder de la FIFA afirma que los planes ayudarían a que más naciones se clasificaran para jugar en el máximo escenario del futbol.
Cualquier país europeo que renunciara a la FIFA tendría el respaldo del presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, quien ha planteado la posibilidad de que su organismo boicotee el Mundial si Infanti-no sigue adelante con su esfuerzo restructurador.
Aunque la UEFA es sólo una de las seis confederaciones que conforman la FIFA, genera incluso más dinero que esta última, que produce unos 6 mil millones de dólares en un ciclo de cuatro años, en comparación con los 14 mil millones del ente europeo, derivados principalmente de la Liga de Campeones.