Noche de fuego, de Tatiana Huezo, representará a México en la competencia para seleccionar las películas que participarán en la edición 94 de los premios Óscar. Por otro lado, Los lobos, de Samuel Kishi Leopo, buscará por este país un lugar en la 36 entrega de los Goya.
Este martes, la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas anunció que fueron seleccionadas dichas cintas, en las cuales se reflejan temáticas universales, como la situación de mujeres y de niños en contextos complejos y duros, así como migración e identidad, desapariciones forzadas y el impacto del narcotráfico.
De ser seleccionadas, Noche de fuego participará en la categoría de mejor película internacional, en los premios que entrega la academia de Estados Unidos; en tanto, Los lobos lo hará en el rubro de mejor película iberoamericana en los galardones que entrega la academia de España.
El largometraje de Huezo, desarrolla una historia en un ambiente de violencia, donde ser mujer implica un riesgo mayor, pero con la mirada luminosa y solidaria de tres niñas. La película aborda los peligros y la violencia que se afrontan en un territorio controlado por el narco.
En la sierra Gorda
Acerca de la cinta, filmada en la sierra Gorda de Querétaro e Hidalgo, hace un mes, en el Complejo Cultural Los Pinos, el productor Nicolás Celis expresó: “Siempre busco hacer películas que me conecten, que me parezcan importantes; esos son los motores para decidir adentrarme en una aventura. En este sentido, Noche de fuego tiene una combinación perfecta, porque es para toda la familia, pero sí tiene un contexto difícil, aunque no se observa de una forma tan dura”.
La ventaja, prosiguió, “es que Tatiana Huezo –en su primera película de ficción– es sumamente sutil y accesible, pero exige al espectador que aporte de su vivencia para completar los espacios en blanco. Trabaja con emociones, verdad y cosas que buscamos muchos al ver una cinta, como querer conectar e identificarnos y sentir esa empatía que hace falta”.
De la cinta, basada en la novela Prayers for the Stolen (Ladydi, en español) de Jennifer Clement, Celis destacó: “México es muy rico, tiene aspectos oscuros y otros muy luminosos, pero con el arte uno refleja los más urgentes y visibles. En este caso, se observa lo que es crecer en un lugar, donde ser mujer es un riesgo aún mayor, donde las madres esconden a sus hijas en un agujero para que no se las lleven, les cortan el cabello, es decir, las masculinizan para que no desaparezcan”.
Noche de fuego formará parte del catálogo de Netflix; no se ha confirmado la fecha en que se podrá ver.
Por su parte, Los lobos es entrañable y “semiautobiográfica”. Retrata la vida de una familia migrante; reflexiona sobre el significado de la maternidad y las dificultades de residir en un país extraño.
La trama describe cómo con sólo unas mudas de ropa, una grabadora de voz y sin saber inglés, Lucía cruza la frontera hacia Estados Unidos en busca de trabajo, acompañada de sus hijos, Max y Leo, alentados por el deseo de ir a Disneylandia.
Recrea imágenes generadas por la memoria para hablar de la infancia, la incertidumbre, la impotencia y la reintegración, así como de la adaptación a un nuevo entorno y el significado del hogar.
“Surge –afirmó Kishi Leopo– de una anécdota que vivimos con mi mamá, mi hermano y yo cuando éramos muy chiquitos. Está narrada a partir de la visión que tenía a esa edad, de la experiencia de llegar a un país nuevo y quedarnos –mi hermano y yo– encerrados en un pequeño departamento mientras esperábamos que regresara mi madre de trabajar.”
Destacó: “Quise hacer un retrato en el que mezclamos elementos del documental en la ficción, amalgamando a los personajes de la ficción con los reales, del lugar, sus alrededores y la multiculturalidad de una comunidad, que por mucho tiempo se ha nutrido de la migración”.
La cinta fue producida por Inna Payán Stoupignan y Leticia Carrillo Silva.