Miami. El empresario Alex Saab, a quien Estados Unidos acusa de ser testaferro del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, compareció ayer por primera vez ante un tribunal federal de Miami para ser notificado formalmente de ocho acusaciones de lavado de millones de dólares presuntamente provenientes de negocios corruptos con Caracas.
En breve audiencia llevada a cabo por Zoom, el magistrado John O’Sullivan determinó que Saab permanecerá detenido y fijó un nuevo procedimiento para el 1º de noviembre, en el cual podrá declararse inocente o culpable.
Saab fue acusado de conspiración y siete cargos de lavado de instrumentos monetarios, agregó O’Sullivan.
La audiencia tuvo lugar dos días después de la extradición de Saab desde Cabo Verde, que tensó aún más las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos, y poco antes de una visita del secretario de Estado, Anthony Blinken, a Colombia prevista para esta semana.
Saab compareció esposado, con cubrebocas negro y camisola y pantalones de presidiario. Su abogado temporal Henry Bell solicitó un aplazamiento para poder reunirse con su cliente, informó la prensa estadunidense.
La fiscalía acusa a Saab de amasar una fortuna de más de 350 millones de dólares producto de negocios corruptos cometidos entre noviembre de 2011 y septiembre de 2015.
Tras su extradición el sábado, el gobierno de Maduro anunció que suspendía su participación en el proceso de diálogo con la oposición, avalado por Estados Unidos que se lleva a cabo en la Ciudad de México.
Washington criticó a Maduro por suspender el diálogo, al afirmar que los cargos contra Saab, nacido en Colombia y también con nacionalidad venezolana, no tienen relación con las negociaciones políticas, además de que pone al empresario por encima del futuro “de millones”, declaró el vocero del Departamento de Estado, Ned Price.
Estados Unidos llamó a Venezuela a liberar a seis ex ejecutivos de Citgo, puestos nuevamente bajo custodia poco después de conocerse la extradición de Saab.