La maratonista Andrea Ramírez Limón da vuelta a la página a lo sucedido en Tokio, cuando abandonó en el kilómetro 38 por un golpe de calor. La experiencia en el debut olímpico, dice la poseedora de la tercera mejor marca del país (2:26.34), quedó atrás. Ahora la espera Nueva York, el 7 de noviembre, lo que será el primer major para ella y desea tener un buen resultado, “donde tenemos historia de mexicanos que lo han ganado”.
La vez más reciente en que una mexicana conquistó el maratón neoyorquino fue en 1999 con Adriana Fernández (2:25.06), además de los triunfos de Salvador García (1991), Andrés Espinosa (1993) y Germán Silva (1994 y 1995) en la Gran Manzana.
Los tiempos en los entrenamientos, con la supervisión del técnico Jonathan Morales, “nos da confianza para hacer un buen papel dentro de tres semanas” en uno de los maratones de mayor prestigio.
“Nueva York tiene una ruta con muchos columpios, subidas y bajadas. Estoy motivada, con la mente positiva y sana, y por lo que hemos visto en los entrenamientos, vamos bien”, estima la mexiquense de 28 años, quien en diciembre de 2020 hizo la mejor marca de su vida con 2:26.34 en Arizona, tiempo que la clasificó al maratón olímpico disputado en Sapporo y le dio el pase al Campeonato Mundial de Atletismo a celebrarse el próximo año en Oregon, lo cual la tranquiliza, porque entre sus planes tiene considerado competir en China en el certamen del orbe en 21 kilómetros y otras carreras de largo aliento en 2022.
Ramírez Limón se dice afortunada “por tener apoyos” (económicos), aunque al no cumplir en su debut olímpico le redujeron la beca. Explica que los 240 mil pesos que recibió del gobierno federal por haber ido a Tokio le servirán para su preparación camino a París 2024.