Washington. Constantemente criticada, la red del metro de Washington retiró brutalmente de la circulación más de la mitad de sus trenes este lunes por la mañana, tras un descarrilamiento que podría haber tenido consecuencias dramáticas.
“Pedimos disculpas por las esperas más largas de lo previsto”, tuiteó la Autoridad de Tránsito del Área Metropolitana de Washington (WMAT en inglés), que tomó esta decisión radical bajo presión de la oficina estadunidense a cargo de la seguridad del transporte, la NTSB.
El trago será amargo para los cientos de miles de usuarios de esta red subterránea, la más frecuentada de Estados Unidos tras la de Nueva York, que sirve a la capital federal y su suburbio que corre por los estados de Virginia y Maryland.
Un vagón se descarriló la semana pasada sin dejar heridos, pero provocó la apertura de una investigación oficial. Ésta permitió identificar un defecto de diseño en los ejes que podría favorecer los descarrilamientos.
Las inspecciones permitieron identificar al menos 39 ejemplos de este defecto este año, aunque los vagones de trenes en cuestión, fabricados por la sociedad japonesa Kawasaki, son los más recientes de la red.
Al menos 748 vagones tuvieron que parar temporalmente, a la espera del resultado de nuevas evaluaciones de expertos.